Hola a todos/as:
En primer lugar, esperamos que hayáis disfrutado de este verano.
El equipo así lo ha hecho, pero ya es hora de volver de las vacaciones, feria, etc.
Por ello, y poco a poco os iremos poniendo al día de todo aquello referente al Duque. Próximamente subiremos al blog una pequeña crónica con fotos de lo que fueron las sesiones de firmas del Duque tanto en Albacete como en Granada.
Adelantaros que ya estamos trabajando en nuevos bocetos, guión y storyboard de lo que esperamos sea el 2º tomo de la saga y que el 20 de noviembre tenemos una cita en Castellón para firmar ejemplares del primer tomo.
De momento os dejamos con enlaces a varias entrevistas y reseñas publicadas en zonanegativa, revista dolmen de julio y trazos en el bloc. Esperemos que os gusten.
ZONANEGATIVA
RESEÑA Y ENTREVISTA:
http://www.zonanegativa.com/?p=18460
Las increíbles aventuras del Duque Dementira. Micifú, Fideu, Javi Martínez y Ciro; Planeta DeAgostini; 56 págs., color, 15’95 €.
Nadie precisa de una gran sagacidad para percatarse de que Las increíbles aventuras del Duque Dementira es una obra que sus autores han alumbrado con el mayor de los cariños. Se percibe en el notable grado de detalle que tanto guionista como dibujante y colorista han puesto en cada uno de sus goznes narrativos. Sin miedo al salto en el vacío que eso supone, no han ahorrado esfuerzos a la hora de construir un mundo nuevo, con su propia lógica, su propia idiosincrasia, su propia arquitectura y su particular luminosidad.
Es algo que resulta evidente desde sus primeras didascalias, puesto que Fideu mima su prosa con esmero y consigue conferirle cierto grado de sensualidad, sin que nunca se nos haga relamida en exceso. De hecho, el guionista juega con las palabras y con lo que estas revelan, sugieren y ocultan, ofreciendo de cartela en cartela un segundo nivel de lectura que no cae en la trampa de entorpecer el ritmo de lectura, antes bien, lo enriquece.
También se manifiesta de forma muy objetiva la dedicación que Javi Martínez ha puesto en este tebeo, dado que es precisamente a través de su trabajo que se despliega ante el léctor toda esa recreación de una realidad nueva que han acometido este trío autoral. El dibujante arremete esa labor con ímpetu, conquistando destacables logros en el ámbito de caracterización de personajes y escenarios, fallándole un poquito el pulso en aspectos de encaje de elementos móviles y estáticos dentro de una misma viñeta o de narrativa visual. Conste que esas carencias son absolutas minucias que simplemente se detectan por contraste con la inmensa potencia gráfica de la que el autor hace gala en las otras esferas del apartado ilustrativo.
Finalmente, cabe dedicarle una mención especial al colorista de esta aventura, puesto que ya apuntábamos al principio de la reseña la riqueza de matices cromáticos que Ciro maneja para conjurar luminosidades absolutamente mágicas, como el mismo guión hacía conveniente.
De todas formas, no podemos obviar que la naturaleza de este cómic lo convierte poco más que en una carta de presentación de protagonistas y contexto, sin que todavía hayamos profundizado en la enjundia del relato. Poco sabemos todavía de los poderes fácticos que gobiernan este mundo de autómatas animados mágicamente y su confrontación con el trío de personajes que lideran la acción ha sido todavía muy tangencial, puesto que incluso en el caso del aventurero Micifú su contacto con el Mecanólogo Imperial acaeció en el pasado y ha sido narrado en clave de flashback, difiriéndose así un tanto su potencia dramática.
Cabe esperar, pues, que esta creación pueda ver continuada su serialización entre nosotros
Toni: Me intriga saber a qué público dirigís Las increíbles aventuras del Duque Dementira, puesto que retrata escenarios y personajes del imaginario infantil, pero no faltan en la obra algunos detalles que no pasarían el “Comics Code“.
J.A. Fideu: Cuando escribí esta historia traté de que fuera para todos los públicos, en el sentido de que todo el mundo la pudiera leer a su nivel, extrayendo una lectura diferente según la edad. Jamás he escrito para un grupo de edad ni para un tipo de lector… escribo, sobre todo, para mí, cosas que me gustaría leer. Sin embargo, reconozco que en esta historia hay momentos que son impactantes desde el punto de vista emocional, momentos poco usuales en un cómic que pudiera ser para niños. Desde luego, jamás me planteé el hacer algo infantil y no creo que el cómic lo sea. Esta historia, a pesar de las características del dibujo de Javi, (con un trazo muy dulce), y de los diferentes elementos extraídos de cuentos de hadas que he utilizado (como el narrador que utiliza varias veces la expresión “érase una vez….”), no es una historia infantil… es, simplemente, una historia. De cualquier manera, mi experiencia trabajando con niños me ha enseñado a no tratarlos como si fueran “tontos”, si se me permite la expresión. Creo que vivimos en una sociedad bastante hipócrita que pretende apartar a los más jóvenes de la realidad de la vida, hasta el punto de convertir los cuentos infantiles de siempre, en historias políticamente incorrectas, pero que por otro les muestra sin pudor lo más bajo del ser humano de manera continua (en programas de televisión de entretenimiento, deportivos, informativos, etc)… Aunque esa es otra cuestión. En ese sentido, he de decir que “Micifú”, a pesar de algunos momentos impactantes que tiene, ha gustado mucho a niños y grandes, por lo que estoy muy contento. La muerte y la violencia, cuando se usan con corrección y como elemento dramático, no como principio y finalidad, pueden resultar muy atractivas, dan a las historias un extra de emotividad muy necesario.
Toni: Aparte de ese extra de emotividad y de drama, que son nociones que buscan más bien provocar un efecto empático en el lector, ¿qué motivos te mueven a integrar muerte y violencia en una historia como esta?
J.A. Fideu: La muerte y la violencia son parte de la condición humana. Si se escribe una historia que trate sobre hombres, habrán de aparecer. No me gusta recrearme en ellas, creo que últimamente he visto muchas historias que abusan de ambas (sesos centrifugados por doquier, cabezas cortadas como si fueran melones, sangre por todas partes, vísceras fuera de lugar…), restándoles valor, y eso es muy peligroso en muchos sentidos. Sin embargo tampoco me gusta eliminarlas de las narraciones porque en ese caso se elimina toda emoción. Yo creo que hay que usarlas pero no abusar de ambas.
Con respecto a la violencia te diré que el exceso de ella me cansa, como me cansa el exceso de acción, de romanticismo o de sexo (aunque suene increíble esto último…). Veo una deriva en muchas historias actuales, que tiende a abusar de ella, lo que hace que el lector termine pensando que es gratuita, y que verdaderas atrocidades se vean como graciosas… pero aplicada en sus justas dosis es un condimento muy bueno para el caldo de cualquier historia, sobre todo para el de las historias de aventuras. No creas que soy un meapilas, me he reído y he disfrutado, como casi todo el mundo, con algunas historias de este tipo, pero, como te digo, el exceso me parece aburrido y moralmente peligroso.
Al respecto de la muerte: creo que vida y muerte forman un continuo, y que no hay manera mejor de apreciar las maravillas de estar vivo, que enfrentándote a la muerte. Con eso lo digo todo. Creo que en la literatura (sea del tipo que sea), ocurre igual… No me parecería tan alegre la entrada de Micifú en el segundo acto del cómic, cuando lo vemos ya de adulto comiendo caramelos en un tejado, si antes no se hubiera enfrentado a un drama tan grande como el que afronto unas pocas páginas atrás…
Toni: ¿Guardas todavía buena relación con Javi Martínez después del montonazo de cosas que le has hecho mostrar en cada página?
J.A. Fideu: Javi y yo no somos colaboradores, somos amigos desde hace casi dos décadas. Nos conocimos hace mucho tiempo (conocí, a la vez, a Vicente Cifuentes y a él, por lo cual doy gracias al Dios de las cosas buenas y de los comics, que ha de ser el mismo), así que, si me ha aguantado todos estos años, creo que seguirá haciéndolo unos pocos más…
No, en serio: Javi es uno de esos dibujantes (escasos) que disfruta con el detalle. Es meticuloso y le gusta profundizar en cada idea que le doy. Estuvimos más de dos años preparando la ambientación (tiene cientos de bocetos maravillosos). En todos mis guiones escribo indicaciones abundantes sobre trasfondo, pero en su caso todas eran pocas: me demandaba más y más. Me decía que necesitaba de esas descripciones para visualizarlo todo, y luego, al ver las páginas, yo me llevaba siempre la sorpresa, al ver que había mejorado y aumentado lo que le había pedido, añadiendo infinidad de detalles maravillosos… La imaginación es una herramienta asombrosa con la que se pueden crear mundos enteros y sólo conozco otra herramienta capaz de superar en eso a mi imaginación: es el talento de las manos de Javi…
Quiero a Javi, y creo que él también me aprecia a mí.
Toni: ¿Creaste esta obra teniendo a Javi Martínez en mente como su dibujante?
J.A. Fideu: Sí. Yo, como te he comentado, conocía su arte y siempre había pensado que era un pecado que se perdiera sin que la gente lo pudiera disfrutar. Le decía: “Javi, no te puedes morir sin publicar una historia de cómic”… Un día se atrevió por fin, me pidió un guión y yo me puse a escribir conociendo sus gustos, su estilo, y lo que a él le ilusionaría hacer… El Duque es un proyecto a la carta, creado expresamente para él, que no tendría sentido sin sus dibujos.
Toni: Asumo que dices que es un proyecto creador para él no sólo por estética, sino también por contenidos. Dicho esto, no puedo evitar el preguntarte cómo ves a Javi.
J.A. Fideu: Como he dicho, Javi es mi amigo: una gran persona, admirable en muchos sentidos (como su meticulosidad infinita), al que conozco desde hace mucho tiempo. Siento un gran afecto por él, pero creo que aunque no fuera mi amigo seguiría pensando que es uno de los más grandes artistas con los que me he encontrado nunca: un dibujante natural, con una gracia innata a la hora de dibujar, muy trabajador y concienzudo, que ama el cómic y que da el máximo de sí cuando hace un trabajo… Y además una persona muy imaginativa, a la vez muy apegada a este mundo real, pero con la capacidad de volar y de dejarse llevar por la fantasía. A Javi le encanta lo fantástico (sobre todo ese tipo de fantasía especial, al estilo Terry Gilliam), el cine, el cómic y la estética francesa. También le encanta la música, de países exóticos (desde la celta a la griega, por nombrar dos de caracteres muy diferentes), todo lo que suene a viaje de la imaginación y los sentidos… En realidad, cuando escribí esta historia me la planteé como un viaje, o un paseo a uno de esos lugares increíbles… En ese sentido, el itinerario ha sido trazado para él…
Y por cierto, en cuanto a las capacidades artísticas pienso de manera similar de Ciro, un maestro en esto del cómic, y sobre todo en el color cuyo trabajo ha sido admirable, del que casi no hemos hablado, pero al que considero tan responsable del resultado final, como a Javi o a mí mismo. Este cómic se divide al treinta y tres por ciento entre los tres… Ciro y nosotros dos coincidimos en esos otros gustos (musicales, estéticos, ect.) de los que te hablaba antes, también y por eso estaba seguro de que también disfrutaría coloreando el cómic.
Toni: Ciertamente el papel de Ciro en el acabado gráfico es de una gran importancia, tanto en cuanto a texturas como a los tonos tan expresivos que utiliza en ocasiones concretas. ¿Qué grado de libertad tenía Ciro en cuanto a estos aspectos y qué nivel de comunicación teníais los tres de cara a aprovechar la función comunicativa del apartado cromático?
J.A. Fideu: Cuando hablamos con él las primeras veces, nos ofreció varias posibilidades de color. Nos mostró pruebas a color directo y luego un color digital mas natural (más parecido al oleo), y otro un poco más infográfico (con contrastes más marcados y degradados, algo más color “Image”). Tras discutirlo durante varios días, llegamos al tipo de color que queríamos. Javi, sobre todo, tenía este apartada muy claro, quería algo más basado en colores planos, y Ciro algo más natural. Al final, como digo, se llegó a una solución intermedia que nos agradaba a todos, con la que Javi quedó satisfecho y Ciro pudo dar rienda suelta a su creatividad.
Una vez decidido el estilo de coloreado, nos pusimos a trabajar en los tonos que correspondían a cada parte (a cada secuencia…). Ciro es un maestro en la teoría del color, y sabe muy bien, qué color es más acorde para cada escena, dependiendo del dramatismo que contenga. Así hicimos una planificación general y él ya se puso a terminar las páginas.
En realidad, a Ciro hay que indicarle poco, sabe interpretar las imágenes con facilidad, pero aún así, nos reuníamos quincenalmente para ir puliendo detalles. Nosotros veíamos el resultado y, lógicamente, no nos quedaba más que aplaudirle. Siempre nos gustaron las páginas que nos ofrecía. El apartado de color es su responsabilidad y creo que hay que dejar que cada artista de el máximo, aportando sus ideas… En ese sentido, hemos trabajao muy agusto, porque todos hemos podido opinar, pero cada uno ha sido dueño de su parcela.
Creo que esta historia no sería igual sin los colores de Ciro… Te pongo un ejemplo. Decidió que todo aquello que hiciera referencia a la magia, todo lo que fuera mágico, iría coloraedo en un tono verde muy brillante. Fue un gran acierto. Ahora puedes mirar a la historia y reconocer con sólo un vistazo la presencia de magia en las páginas, lo que es, creo yo, hacer un uso muy inteligente del color y convertirlo en un elemento narrativo más… Es decir algo sin usar palabras, sólo usando tonalidades… es usar el color no sólo para rellenar huecos, sino para narrar…
Toni: Volviendo a Javi, me ha sorprendido eso que decías acerca de que su talento corría el riesgo de quedar en el anonimato y que tú le animaste a dibujar un cómic, cuando su grafismo se adaptar perfectamente a la historieta. ¿Él no contemplaba seriamente la posibilidad de los cómics como herramienta con la que explotar su faceta de ilustrador?
J.A. Fideu: Javi y yo somos maestros. Lo vengo viendo dibujar desde hace años, pero quizás por timidez, no se había atrevido a presentar un proyecto así a una editorial importante nunca. Venía haciendo cosas (comics cortos, ilustraciones, trabajos esporádicos…), presentándose a concursos (que casi siempre ganaba), pero le faltaba que alguien le diera un empujón para publicar a nivel profesional. Yo tuve la suerte de saber de sus inquietudes y de animarlo… gracias a eso ahora el Duque está en los quioscos y yo he visto realizado otro de mis sueños, que él ilustre una historia mía…
De cualquier forma, he pensado mucho en esto. Con tanto talento, antes o después su arte habría salido a la luz… yo simplemente le animé a vencer la timidez, a moverse y quizás, a ayudarle a creer que podía ser posible. Javi ha amado los comics siempre y creo que éste es su medio. Ha nacido para dibujar comics.
Toni: Entiendo que en Planeta han apostado fuerte por esta historia y por vosotros, dado que este primer libro da muestras de tener una clara vocación de continuidad.
J.A. Fideu: Bueno, Planeta nos ha apoyado en el sentido de darnos total libertad creativa y publicando la obra con una edición bastante buena, aspectos ambos por los cuales les estamos infinitamente agradecidos. Sin embargo, lo de la continuidad de la serie está por verse. Hemos firmado un sólo álbum (esperamos que las ventas acompañen y podamos firmar pronto las continuaciones), y lo cierto es que ellos nos demandaron una sola historia y, además, autoconclusiva… Por suerte conseguimos salirnos con la nuestra, y tras insistir, conseguimos que indicaran el hecho de que no se trata de un tomo único. Yo había tenido una mala experiencia en este sentido con Alma, mi anterior trabajo con Planeta, ilustrado genialmente por Vicente Cifuentes y coloreado con maestría por Antonio Casquero. En ese caso se trataba también del primer capítulo de una serie, pero al no indicarlo en ningún lugar, creo que la obra salió perjudicada. La gente la entendió como una obra autoconclusiva, un tomo único, y creo que eso hizo que muchos lectores se extrañaran al leerla y se quedaran con la sensación de haberse quedado “a medio”.
Toni: Se diría que este primer libro tiene tres partes muy marcadas, cada una con su propio protagonista: Micifú, Totí y el Duque Dementira. ¿Por qué esa opción por el protagonismo compartido entre tres figuras de personalidad muy definida?
J.A. Fideu: En realidad pretendemos centrar cada volumen en un personaje. En este primer tomo nos hemos centrado más en Micifú, pero queremos ir desarrollando el pasado de todos los protagonistas (héroes y villanos) a la vez que sus aventuras, por así decirlo, en el presente.
Pretendemos de esta manera que las historias avancen a la vez hacia atrás y hacia adelante en el tiempo, contando sus andanzas y ampliando el universo.
Por otro lado, viendo ahora la historia con algo más de perspectiva, creo que llevas razón en el hecho de que el primer volumen ha quedado partido en tres trozos, cada uno dedicado a un personaje tan diferente (aunque en las páginas finales, las historias de los tres confluyen, enredándose en una sola). Sin embargo, este aspecto no ha sido intencionado. Ha sido el propio devenir de la narración el que ha pedido, quizás, una estructura así, que, ya digo, surgió de manera espontánea.
Toni: A raíz de lo que dices, queda claro que cada personaje tiene su pasado y que tienes aventuras en mente para su presente. Pero esas aventuras, ¿se dirigen hacia un futuro definido o está podría ser una serie totalmente abierta?
J.A. Fideu: La historia completa se dirige hacia un futuro definido. Tenemos claro lo que queremos que pase en la historia y cual será su final (yo creo que no tengo historia hasta tener un final en mente), pero es posible que cambien algunos acontecimientos de lo que llamamos “el presente” que hemos apenas abocetado. En realidad solo he escrito la segunda parte del ciclo, pero tengo una estructuración de la serie en la que definimos todos los acontecimientos más importantes que nos llevarán a ese final. Lo que no descartamos es seguir profundizando en el universo del Duque (hacia delante o hacia atrás), cuando este arco argumental primero acabe (si es que alguien se anima a publicar las continuaciones, y acaba…), Eso ocurriría en el caso de que las historias interesaran y de que viéramos que el universo Dementira diera para más…
Toni: Hablas de que alguien se anime a continuar la publicación de forma genérica. ¿No hay obligación contractual de que la serialización de esta historia corra de la mano de Planeta?
J.A. Fideu: Nuestra idea es seguir con Planeta. Nos hemos sentido muy a gusto con ellos y hemos trabajado con gran libertad, consideramos esa editorial como nuestra casa. Es una editorial seria, que te ofrece un gran respaldo, y toda la gente con la que hemos tratado en estos meses ha sido siempre encantadora, han mostrado un gran entusiasmo por la obra (Desde Ricardo a Sandra…). Yo personalmente creo que será así, que habrá mucho Duque en Planeta por muchos años, pero a día de hoy no hemos firmado todavía nada…
Toni: La voz del narrador, de una prosa muy bella, impacta sobre el despliegue del relato de varias maneras y de una forma muy acusada. Cuando concebiste esta historia, ¿tenías ya clara ese papel que debía jugar su narrador?
J.A. Fideu: Sí. Me gusta mucho el tomar un género clásico y retorcerlo, transformarlo a mí manera. Ya lo hice con el género negro en mi novela Núbilus y en el cómic del mismo título, y también lo pretendí en Alma. En este caso, el juego consistía en, como he dicho, hacer un cuento de hadas para todos los públicos, y para una historia de este estilo, la voz del narrador -cuya identidad se desvelará en futuros capítulos-, era, creo yo, fundamental. Además me gusta mucho el usar este recurso, porque facilita que la historia avance más rápidamente, añadiendo a las imágenes información que contada sólo gráficamente ocuparía muchas más páginas de las que yo he dispuesto habitualmente.
Toni: En declaraciones que has hecho sobre tu novelización de Núbilus, pareces lamentar ciertos condicionantes inherentes a tu trabajo en historieta, desde la limitación de espacio a la necesidad de llegar a pactos con el resto de personas implicadas en la producción de cada cómic. Pese a todo, ¿sigues “bailando con la más fea”?
J.A. Fideu: Amo el cómic. Está tan unido a mi experiencia, a mis vivencias, que creo que jamás podré separarme de él, y por eso sigo escribiendo guiones para cómic. Sin embargo, hay aspectos del mundo del cómic que nunca me gustaron y uno de ellos ha sido la limitación de espacio físico a la que me he enfrentado, siempre, a la hora de contar una historia. Esta falta de páginas me ha obligado a contar muchas veces las cosas de manera apresurada, sin dar a algunas escenas y personajes la profundidad que requerirían. Soy un autor desconocido, y quizás por eso, los editores no se han lanzado nunca a dejarme escribir sin límite. En ese sentido, envidio a los guionistas de cómic americano, que pueden emplear treinta páginas en contar una pelea o veinte en una conversación, y que desarrollan sus tramas en cientos de páginas… Por suerte esta tendencia parece que ahora empieza a cambiar, y los editores ya se muestran más proclives a dejar que las historias creadas en Europa sean más largas, sin que el lector tenga que esperar años para leer un segundo capítulo… Esa ha sido siempre una de mis mayores quejas, sí. Cuando escribí la novela, pude darle a una historia el tiempo que necesitaba, las páginas que requería, y por eso me sentí tan a gusto, tan libre… Cualquier que lea Núbilus en su versión cómic y en su versión en novela, entenderá de lo que hablo… Una historia de trescientas páginas comprimida en cuarenta y ocho.
Por otro lado está el tema de compartir la creación con varias personas. En este sentido, en la novela me siento más responsable del trabajo, sea bueno o malo. Es mio, con sus errores y sus aciertos. En el cómic tienes que trabajar con más personas y, a veces, el tener que llegar a acuerdos constantes puede desgastar. Hay personas con las que trabajar es más fácil y otras con las que es más difícil, gente con la que te entiendes mejor y gente con la que te entiendes peor. En general he tenido suerte con mis compañeros, creo que han engrandecido mis humildes historias, pero esto no siempre es así, y hay veces en las que ver que tu trabajo imaginado no resulta todo lo bien que deseas, por una falta de entendimiento, te hace sufrir… Por eso, me siento tan libre con la novela y la disfruto tanto, empleo todas mis energías en crear.
Las increíbles aventuras del Duque Dementira. Micifú, Fideu, Javi Martínez y Ciro; Planeta DeAgostini; 56 págs., color, 15’95 €.
Nadie precisa de una gran sagacidad para percatarse de que Las increíbles aventuras del Duque Dementira es una obra que sus autores han alumbrado con el mayor de los cariños. Se percibe en el notable grado de detalle que tanto guionista como dibujante y colorista han puesto en cada uno de sus goznes narrativos. Sin miedo al salto en el vacío que eso supone, no han ahorrado esfuerzos a la hora de construir un mundo nuevo, con su propia lógica, su propia idiosincrasia, su propia arquitectura y su particular luminosidad.
Es algo que resulta evidente desde sus primeras didascalias, puesto que Fideu mima su prosa con esmero y consigue conferirle cierto grado de sensualidad, sin que nunca se nos haga relamida en exceso. De hecho, el guionista juega con las palabras y con lo que estas revelan, sugieren y ocultan, ofreciendo de cartela en cartela un segundo nivel de lectura que no cae en la trampa de entorpecer el ritmo de lectura, antes bien, lo enriquece.
También se manifiesta de forma muy objetiva la dedicación que Javi Martínez ha puesto en este tebeo, dado que es precisamente a través de su trabajo que se despliega ante el léctor toda esa recreación de una realidad nueva que han acometido este trío autoral. El dibujante arremete esa labor con ímpetu, conquistando destacables logros en el ámbito de caracterización de personajes y escenarios, fallándole un poquito el pulso en aspectos de encaje de elementos móviles y estáticos dentro de una misma viñeta o de narrativa visual. Conste que esas carencias son absolutas minucias que simplemente se detectan por contraste con la inmensa potencia gráfica de la que el autor hace gala en las otras esferas del apartado ilustrativo.
Finalmente, cabe dedicarle una mención especial al colorista de esta aventura, puesto que ya apuntábamos al principio de la reseña la riqueza de matices cromáticos que Ciro maneja para conjurar luminosidades absolutamente mágicas, como el mismo guión hacía conveniente.
De todas formas, no podemos obviar que la naturaleza de este cómic lo convierte poco más que en una carta de presentación de protagonistas y contexto, sin que todavía hayamos profundizado en la enjundia del relato. Poco sabemos todavía de los poderes fácticos que gobiernan este mundo de autómatas animados mágicamente y su confrontación con el trío de personajes que lideran la acción ha sido todavía muy tangencial, puesto que incluso en el caso del aventurero Micifú su contacto con el Mecanólogo Imperial acaeció en el pasado y ha sido narrado en clave de flashback, difiriéndose así un tanto su potencia dramática.
Cabe esperar, pues, que esta creación pueda ver continuada su serialización entre nosotros
J.A. Fideu: Cuando escribí esta historia traté de que fuera para todos los públicos, en el sentido de que todo el mundo la pudiera leer a su nivel, extrayendo una lectura diferente según la edad. Jamás he escrito para un grupo de edad ni para un tipo de lector… escribo, sobre todo, para mí, cosas que me gustaría leer. Sin embargo, reconozco que en esta historia hay momentos que son impactantes desde el punto de vista emocional, momentos poco usuales en un cómic que pudiera ser para niños. Desde luego, jamás me planteé el hacer algo infantil y no creo que el cómic lo sea. Esta historia, a pesar de las características del dibujo de Javi, (con un trazo muy dulce), y de los diferentes elementos extraídos de cuentos de hadas que he utilizado (como el narrador que utiliza varias veces la expresión “érase una vez….”), no es una historia infantil… es, simplemente, una historia. De cualquier manera, mi experiencia trabajando con niños me ha enseñado a no tratarlos como si fueran “tontos”, si se me permite la expresión. Creo que vivimos en una sociedad bastante hipócrita que pretende apartar a los más jóvenes de la realidad de la vida, hasta el punto de convertir los cuentos infantiles de siempre, en historias políticamente incorrectas, pero que por otro les muestra sin pudor lo más bajo del ser humano de manera continua (en programas de televisión de entretenimiento, deportivos, informativos, etc)… Aunque esa es otra cuestión. En ese sentido, he de decir que “Micifú”, a pesar de algunos momentos impactantes que tiene, ha gustado mucho a niños y grandes, por lo que estoy muy contento. La muerte y la violencia, cuando se usan con corrección y como elemento dramático, no como principio y finalidad, pueden resultar muy atractivas, dan a las historias un extra de emotividad muy necesario.
Toni: Aparte de ese extra de emotividad y de drama, que son nociones que buscan más bien provocar un efecto empático en el lector, ¿qué motivos te mueven a integrar muerte y violencia en una historia como esta?
J.A. Fideu: La muerte y la violencia son parte de la condición humana. Si se escribe una historia que trate sobre hombres, habrán de aparecer. No me gusta recrearme en ellas, creo que últimamente he visto muchas historias que abusan de ambas (sesos centrifugados por doquier, cabezas cortadas como si fueran melones, sangre por todas partes, vísceras fuera de lugar…), restándoles valor, y eso es muy peligroso en muchos sentidos. Sin embargo tampoco me gusta eliminarlas de las narraciones porque en ese caso se elimina toda emoción. Yo creo que hay que usarlas pero no abusar de ambas.
Con respecto a la violencia te diré que el exceso de ella me cansa, como me cansa el exceso de acción, de romanticismo o de sexo (aunque suene increíble esto último…). Veo una deriva en muchas historias actuales, que tiende a abusar de ella, lo que hace que el lector termine pensando que es gratuita, y que verdaderas atrocidades se vean como graciosas… pero aplicada en sus justas dosis es un condimento muy bueno para el caldo de cualquier historia, sobre todo para el de las historias de aventuras. No creas que soy un meapilas, me he reído y he disfrutado, como casi todo el mundo, con algunas historias de este tipo, pero, como te digo, el exceso me parece aburrido y moralmente peligroso.
Al respecto de la muerte: creo que vida y muerte forman un continuo, y que no hay manera mejor de apreciar las maravillas de estar vivo, que enfrentándote a la muerte. Con eso lo digo todo. Creo que en la literatura (sea del tipo que sea), ocurre igual… No me parecería tan alegre la entrada de Micifú en el segundo acto del cómic, cuando lo vemos ya de adulto comiendo caramelos en un tejado, si antes no se hubiera enfrentado a un drama tan grande como el que afronto unas pocas páginas atrás…
J.A. Fideu: Javi y yo no somos colaboradores, somos amigos desde hace casi dos décadas. Nos conocimos hace mucho tiempo (conocí, a la vez, a Vicente Cifuentes y a él, por lo cual doy gracias al Dios de las cosas buenas y de los comics, que ha de ser el mismo), así que, si me ha aguantado todos estos años, creo que seguirá haciéndolo unos pocos más…
No, en serio: Javi es uno de esos dibujantes (escasos) que disfruta con el detalle. Es meticuloso y le gusta profundizar en cada idea que le doy. Estuvimos más de dos años preparando la ambientación (tiene cientos de bocetos maravillosos). En todos mis guiones escribo indicaciones abundantes sobre trasfondo, pero en su caso todas eran pocas: me demandaba más y más. Me decía que necesitaba de esas descripciones para visualizarlo todo, y luego, al ver las páginas, yo me llevaba siempre la sorpresa, al ver que había mejorado y aumentado lo que le había pedido, añadiendo infinidad de detalles maravillosos… La imaginación es una herramienta asombrosa con la que se pueden crear mundos enteros y sólo conozco otra herramienta capaz de superar en eso a mi imaginación: es el talento de las manos de Javi…
Quiero a Javi, y creo que él también me aprecia a mí.
J.A. Fideu: Sí. Yo, como te he comentado, conocía su arte y siempre había pensado que era un pecado que se perdiera sin que la gente lo pudiera disfrutar. Le decía: “Javi, no te puedes morir sin publicar una historia de cómic”… Un día se atrevió por fin, me pidió un guión y yo me puse a escribir conociendo sus gustos, su estilo, y lo que a él le ilusionaría hacer… El Duque es un proyecto a la carta, creado expresamente para él, que no tendría sentido sin sus dibujos.
Toni: Asumo que dices que es un proyecto creador para él no sólo por estética, sino también por contenidos. Dicho esto, no puedo evitar el preguntarte cómo ves a Javi.
J.A. Fideu: Como he dicho, Javi es mi amigo: una gran persona, admirable en muchos sentidos (como su meticulosidad infinita), al que conozco desde hace mucho tiempo. Siento un gran afecto por él, pero creo que aunque no fuera mi amigo seguiría pensando que es uno de los más grandes artistas con los que me he encontrado nunca: un dibujante natural, con una gracia innata a la hora de dibujar, muy trabajador y concienzudo, que ama el cómic y que da el máximo de sí cuando hace un trabajo… Y además una persona muy imaginativa, a la vez muy apegada a este mundo real, pero con la capacidad de volar y de dejarse llevar por la fantasía. A Javi le encanta lo fantástico (sobre todo ese tipo de fantasía especial, al estilo Terry Gilliam), el cine, el cómic y la estética francesa. También le encanta la música, de países exóticos (desde la celta a la griega, por nombrar dos de caracteres muy diferentes), todo lo que suene a viaje de la imaginación y los sentidos… En realidad, cuando escribí esta historia me la planteé como un viaje, o un paseo a uno de esos lugares increíbles… En ese sentido, el itinerario ha sido trazado para él…
Y por cierto, en cuanto a las capacidades artísticas pienso de manera similar de Ciro, un maestro en esto del cómic, y sobre todo en el color cuyo trabajo ha sido admirable, del que casi no hemos hablado, pero al que considero tan responsable del resultado final, como a Javi o a mí mismo. Este cómic se divide al treinta y tres por ciento entre los tres… Ciro y nosotros dos coincidimos en esos otros gustos (musicales, estéticos, ect.) de los que te hablaba antes, también y por eso estaba seguro de que también disfrutaría coloreando el cómic.
Toni: Ciertamente el papel de Ciro en el acabado gráfico es de una gran importancia, tanto en cuanto a texturas como a los tonos tan expresivos que utiliza en ocasiones concretas. ¿Qué grado de libertad tenía Ciro en cuanto a estos aspectos y qué nivel de comunicación teníais los tres de cara a aprovechar la función comunicativa del apartado cromático?
J.A. Fideu: Cuando hablamos con él las primeras veces, nos ofreció varias posibilidades de color. Nos mostró pruebas a color directo y luego un color digital mas natural (más parecido al oleo), y otro un poco más infográfico (con contrastes más marcados y degradados, algo más color “Image”). Tras discutirlo durante varios días, llegamos al tipo de color que queríamos. Javi, sobre todo, tenía este apartada muy claro, quería algo más basado en colores planos, y Ciro algo más natural. Al final, como digo, se llegó a una solución intermedia que nos agradaba a todos, con la que Javi quedó satisfecho y Ciro pudo dar rienda suelta a su creatividad.
Una vez decidido el estilo de coloreado, nos pusimos a trabajar en los tonos que correspondían a cada parte (a cada secuencia…). Ciro es un maestro en la teoría del color, y sabe muy bien, qué color es más acorde para cada escena, dependiendo del dramatismo que contenga. Así hicimos una planificación general y él ya se puso a terminar las páginas.
En realidad, a Ciro hay que indicarle poco, sabe interpretar las imágenes con facilidad, pero aún así, nos reuníamos quincenalmente para ir puliendo detalles. Nosotros veíamos el resultado y, lógicamente, no nos quedaba más que aplaudirle. Siempre nos gustaron las páginas que nos ofrecía. El apartado de color es su responsabilidad y creo que hay que dejar que cada artista de el máximo, aportando sus ideas… En ese sentido, hemos trabajao muy agusto, porque todos hemos podido opinar, pero cada uno ha sido dueño de su parcela.
Creo que esta historia no sería igual sin los colores de Ciro… Te pongo un ejemplo. Decidió que todo aquello que hiciera referencia a la magia, todo lo que fuera mágico, iría coloraedo en un tono verde muy brillante. Fue un gran acierto. Ahora puedes mirar a la historia y reconocer con sólo un vistazo la presencia de magia en las páginas, lo que es, creo yo, hacer un uso muy inteligente del color y convertirlo en un elemento narrativo más… Es decir algo sin usar palabras, sólo usando tonalidades… es usar el color no sólo para rellenar huecos, sino para narrar…
Toni: Volviendo a Javi, me ha sorprendido eso que decías acerca de que su talento corría el riesgo de quedar en el anonimato y que tú le animaste a dibujar un cómic, cuando su grafismo se adaptar perfectamente a la historieta. ¿Él no contemplaba seriamente la posibilidad de los cómics como herramienta con la que explotar su faceta de ilustrador?
J.A. Fideu: Javi y yo somos maestros. Lo vengo viendo dibujar desde hace años, pero quizás por timidez, no se había atrevido a presentar un proyecto así a una editorial importante nunca. Venía haciendo cosas (comics cortos, ilustraciones, trabajos esporádicos…), presentándose a concursos (que casi siempre ganaba), pero le faltaba que alguien le diera un empujón para publicar a nivel profesional. Yo tuve la suerte de saber de sus inquietudes y de animarlo… gracias a eso ahora el Duque está en los quioscos y yo he visto realizado otro de mis sueños, que él ilustre una historia mía…
De cualquier forma, he pensado mucho en esto. Con tanto talento, antes o después su arte habría salido a la luz… yo simplemente le animé a vencer la timidez, a moverse y quizás, a ayudarle a creer que podía ser posible. Javi ha amado los comics siempre y creo que éste es su medio. Ha nacido para dibujar comics.
Toni: Entiendo que en Planeta han apostado fuerte por esta historia y por vosotros, dado que este primer libro da muestras de tener una clara vocación de continuidad.
J.A. Fideu: Bueno, Planeta nos ha apoyado en el sentido de darnos total libertad creativa y publicando la obra con una edición bastante buena, aspectos ambos por los cuales les estamos infinitamente agradecidos. Sin embargo, lo de la continuidad de la serie está por verse. Hemos firmado un sólo álbum (esperamos que las ventas acompañen y podamos firmar pronto las continuaciones), y lo cierto es que ellos nos demandaron una sola historia y, además, autoconclusiva… Por suerte conseguimos salirnos con la nuestra, y tras insistir, conseguimos que indicaran el hecho de que no se trata de un tomo único. Yo había tenido una mala experiencia en este sentido con Alma, mi anterior trabajo con Planeta, ilustrado genialmente por Vicente Cifuentes y coloreado con maestría por Antonio Casquero. En ese caso se trataba también del primer capítulo de una serie, pero al no indicarlo en ningún lugar, creo que la obra salió perjudicada. La gente la entendió como una obra autoconclusiva, un tomo único, y creo que eso hizo que muchos lectores se extrañaran al leerla y se quedaran con la sensación de haberse quedado “a medio”.
Toni: Se diría que este primer libro tiene tres partes muy marcadas, cada una con su propio protagonista: Micifú, Totí y el Duque Dementira. ¿Por qué esa opción por el protagonismo compartido entre tres figuras de personalidad muy definida?
J.A. Fideu: En realidad pretendemos centrar cada volumen en un personaje. En este primer tomo nos hemos centrado más en Micifú, pero queremos ir desarrollando el pasado de todos los protagonistas (héroes y villanos) a la vez que sus aventuras, por así decirlo, en el presente.
Pretendemos de esta manera que las historias avancen a la vez hacia atrás y hacia adelante en el tiempo, contando sus andanzas y ampliando el universo.
Por otro lado, viendo ahora la historia con algo más de perspectiva, creo que llevas razón en el hecho de que el primer volumen ha quedado partido en tres trozos, cada uno dedicado a un personaje tan diferente (aunque en las páginas finales, las historias de los tres confluyen, enredándose en una sola). Sin embargo, este aspecto no ha sido intencionado. Ha sido el propio devenir de la narración el que ha pedido, quizás, una estructura así, que, ya digo, surgió de manera espontánea.
Toni: A raíz de lo que dices, queda claro que cada personaje tiene su pasado y que tienes aventuras en mente para su presente. Pero esas aventuras, ¿se dirigen hacia un futuro definido o está podría ser una serie totalmente abierta?
J.A. Fideu: La historia completa se dirige hacia un futuro definido. Tenemos claro lo que queremos que pase en la historia y cual será su final (yo creo que no tengo historia hasta tener un final en mente), pero es posible que cambien algunos acontecimientos de lo que llamamos “el presente” que hemos apenas abocetado. En realidad solo he escrito la segunda parte del ciclo, pero tengo una estructuración de la serie en la que definimos todos los acontecimientos más importantes que nos llevarán a ese final. Lo que no descartamos es seguir profundizando en el universo del Duque (hacia delante o hacia atrás), cuando este arco argumental primero acabe (si es que alguien se anima a publicar las continuaciones, y acaba…), Eso ocurriría en el caso de que las historias interesaran y de que viéramos que el universo Dementira diera para más…
Toni: Hablas de que alguien se anime a continuar la publicación de forma genérica. ¿No hay obligación contractual de que la serialización de esta historia corra de la mano de Planeta?
J.A. Fideu: Nuestra idea es seguir con Planeta. Nos hemos sentido muy a gusto con ellos y hemos trabajado con gran libertad, consideramos esa editorial como nuestra casa. Es una editorial seria, que te ofrece un gran respaldo, y toda la gente con la que hemos tratado en estos meses ha sido siempre encantadora, han mostrado un gran entusiasmo por la obra (Desde Ricardo a Sandra…). Yo personalmente creo que será así, que habrá mucho Duque en Planeta por muchos años, pero a día de hoy no hemos firmado todavía nada…
Toni: La voz del narrador, de una prosa muy bella, impacta sobre el despliegue del relato de varias maneras y de una forma muy acusada. Cuando concebiste esta historia, ¿tenías ya clara ese papel que debía jugar su narrador?
J.A. Fideu: Sí. Me gusta mucho el tomar un género clásico y retorcerlo, transformarlo a mí manera. Ya lo hice con el género negro en mi novela Núbilus y en el cómic del mismo título, y también lo pretendí en Alma. En este caso, el juego consistía en, como he dicho, hacer un cuento de hadas para todos los públicos, y para una historia de este estilo, la voz del narrador -cuya identidad se desvelará en futuros capítulos-, era, creo yo, fundamental. Además me gusta mucho el usar este recurso, porque facilita que la historia avance más rápidamente, añadiendo a las imágenes información que contada sólo gráficamente ocuparía muchas más páginas de las que yo he dispuesto habitualmente.
Toni: En declaraciones que has hecho sobre tu novelización de Núbilus, pareces lamentar ciertos condicionantes inherentes a tu trabajo en historieta, desde la limitación de espacio a la necesidad de llegar a pactos con el resto de personas implicadas en la producción de cada cómic. Pese a todo, ¿sigues “bailando con la más fea”?
J.A. Fideu: Amo el cómic. Está tan unido a mi experiencia, a mis vivencias, que creo que jamás podré separarme de él, y por eso sigo escribiendo guiones para cómic. Sin embargo, hay aspectos del mundo del cómic que nunca me gustaron y uno de ellos ha sido la limitación de espacio físico a la que me he enfrentado, siempre, a la hora de contar una historia. Esta falta de páginas me ha obligado a contar muchas veces las cosas de manera apresurada, sin dar a algunas escenas y personajes la profundidad que requerirían. Soy un autor desconocido, y quizás por eso, los editores no se han lanzado nunca a dejarme escribir sin límite. En ese sentido, envidio a los guionistas de cómic americano, que pueden emplear treinta páginas en contar una pelea o veinte en una conversación, y que desarrollan sus tramas en cientos de páginas… Por suerte esta tendencia parece que ahora empieza a cambiar, y los editores ya se muestran más proclives a dejar que las historias creadas en Europa sean más largas, sin que el lector tenga que esperar años para leer un segundo capítulo… Esa ha sido siempre una de mis mayores quejas, sí. Cuando escribí la novela, pude darle a una historia el tiempo que necesitaba, las páginas que requería, y por eso me sentí tan a gusto, tan libre… Cualquier que lea Núbilus en su versión cómic y en su versión en novela, entenderá de lo que hablo… Una historia de trescientas páginas comprimida en cuarenta y ocho.
Por otro lado está el tema de compartir la creación con varias personas. En este sentido, en la novela me siento más responsable del trabajo, sea bueno o malo. Es mio, con sus errores y sus aciertos. En el cómic tienes que trabajar con más personas y, a veces, el tener que llegar a acuerdos constantes puede desgastar. Hay personas con las que trabajar es más fácil y otras con las que es más difícil, gente con la que te entiendes mejor y gente con la que te entiendes peor. En general he tenido suerte con mis compañeros, creo que han engrandecido mis humildes historias, pero esto no siempre es así, y hay veces en las que ver que tu trabajo imaginado no resulta todo lo bien que deseas, por una falta de entendimiento, te hace sufrir… Por eso, me siento tan libre con la novela y la disfruto tanto, empleo todas mis energías en crear.
TRAZOS EN EL BLOC
RESEÑA:
http://trazosenelbloc.blogspot.com/2010/09/las-increibles-aventuras-del-duque.html
Han pasado ya varios meses desde que, con motivo del pasado Saló del Cómic de Barcelona, una hizo acopio del material necesario para enfrentarse al implacable vacío que suele llegar con el período estival. Es cierto que, desde entonces, han ido apareciendo algunas novedades interesantes en lo que al tebeo se refiere, pero las que trajimos del Saló tienen siempre un algo especial, quizá porque guardan tesoros (sobre todo si se ha tenido la suerte de conseguir una dedicatoria de sus autores); quizá porque, tras una primera lectura hecha con impaciencia, se aguarda el momento idóneo -ese en el que el tiempo parece transcurrir con la lentitud adecuada- para hacer con más detalle una nueva incursión en sus páginas; quizá porque con ellas una pretende planear un verano lleno de viajes -más allá de los viajes reales que ya se han disfrutado- que nos lleven a reconocer la magia de los lugares y a vivir las vidas de personajes que en un principio existen sólo en la imaginación de sus creadores, pero que pronto pasan a formar parte también de nuestro imaginario.
De entre los cómics que nos llevamos -de todas las formas, tamaños y colores, de autores ya conocidos y de otros que no lo eran tanto, de novedades que se esperaban con impaciencia y de sorpresas de última hora, que siempre las hay y cada vez más- una ha escogido Las increíbles aventuras del Duque Dementira # 1: Micifú, quizá porque vio las magníficas dedicatorias con que sus tres autores (Fideu, Ciro y Javi Martínez) hacían las delicias de los aficionados al cómic que tuvimos la suerte de encontrarlos en el stand de su editorial, Planeta DeAgostini, o en el de la Fnac; quizá porque tras hojear las primeras páginas, los ojos se le fueron detrás de aquellas imágenes que la transportaron a un mundo fantástico en el que edificios imposibles, máquinas increíbles y personajes extraordinarios aparecían envueltos en una atmósfera llena de una luz y un color realmente mágicos.
Eso es, precisamente, lo que esconde el libro: magia, pero no donde solemos encontrarla, en un escenario que nos retrotrae a un utópico medioevo de ambiente rural, de abadías y castillos perdidos entre la bruma, bosques sombríos y personajes tenebrosos. En esta ocasión el guionista, Fideu, ha tenido a bien escribir un cuento para adultos que no han dejado de ser niños -aunque no para niños, contrariamente a lo que podría parecer a tenor del tono del texto y el estilo de dibujo utilizados en la obra-, en el que se nos muestra la magia en un entorno urbano y una época imaginaria que mezcla acertadamente elementos decimonónicos característicos de la Época Victoriana, los relatos de Charles Dickens y la Revolución Industrial; reminiscencias de la Revolución Francesa y la cultura oriental y factores propios de la ciencia ficción y la fantasía.
Los magníficos dibujos de Javi Martínez -para quien ésta es, incomprensiblemente, su primera incursión en el mundo del cómic- y el extraordinario papel que juega el color de Ciro -diferente en cada página según la escena que se describe, con efectistas juegos de luces y sombras- han conseguido la ambientación perfecta para recrear la historia de Fideu. Entre los tres han construido una ciudad singular y la han convertido en una protagonista más del relato, con construcciones que toman prestados determinados aspectos de la arquitectura tradicional y de la arquitectura del hierro, con una estética que nos recuerda en ocasiones al estilo modernista. Edificios altos, de cubiertas inclinadas y espigadas chimeneas, comunicados entre sí a distintos niveles por puentes y pasarelas de hierro, mansiones señoriales de grandes balcones y largas escalinatas, casas que crecieron constreñidas por los límites de una villa abocada a la ribera de un puerto de febril actividad, con sus zonas altas y sus barrios bajos, en cuyo entramado se evidencian las grandes desigualdades que sufren también quienes viven en ella.
En este mundo fantástico -todo un universo steampunk- es habitual encontrarse con extrañas y heréticas máquinas de vapor que destilan icor, esencia de magia pura presente en el ambiente, y la condensan en pequeñas bolitas de característico color verde que son usadas para hacer funcionar los más diversos aparatos; artilugios voladores de complicado mecanismo, mitad globo aerostático mitad dirigible, que surcan los cielos adoptando extravagantes formas zoomorfas; bicicletas y motocicletas "customizadas", que pueden llevar incorporadas grandes alas o tener una estructura que nos lleva a pensar en el esqueleto de un pez abisal; seres humanos conviviendo con muñecos que andan y se mueven, robots, autómatas, ciborgs de mirada inquietante, y con otras horribles criaturas del submundo que no son ni hombres ni máquinas.
Cuando la tiranía de los magos terminó tras la Gran Guerra -la llamada "Revolución de los no iniciados"- y el gobierno quedó "en manos del pueblo", la magia pasó a considerarse herejía y a perseguirse su uso. Las brujas eran escarnecidas y ajusticiadas públicamente ante una muchedumbre, a la que, entre amedrentada y enardecida, los representantes de la ley y el orden dirigían su implacable arenga contra el pecado de la hechicería. Entre los espectadores de una de estas terribles ejecuciones está Totí, acompañado siempre de sus perros y, sobre todo, de Otto, su viejo perrito de juguete. Totí es un niño que vende por las calles el icor de magia -"esencia mágica pura"- que su amo, Ginés, el mecanólogo avaro y miserable con el que vive, destila convirtiendo en un combustible capaz de hacer funcionar los más diversos aparatos.
Y es que ésta es la historia de un niño que no es como los demás, de uno de esos niños especiales a los que su madre abandonó, incapaz de "apreciar el tesoro que era su hijo", abocándolo a una existencia terrible y desgraciada. Si bien es cierto que él no es el único niño especial de este relato. Años antes lo fue Micifú, convertido ahora en un joven ladrón, apuesto y seductor de jovencitas acaudaladas y habitual defensor de los desamparados. Al igual que Totí, también Micifú, montado en su "ciclostato", con su gorra y sus gafas de aviador, se encargaba de repartir las cuentas de icor que destilaba su abuela, la bruja de Paloseco, que en realidad no era bruja, sino mecanóloga, ni era su abuela, sino la mujer de gran corazón que cuidó de él desde que su madre lo dejó en su puerta siendo un bebé. Todo ello se nos cuenta en el prólogo, un largo flashback que recoge los momentos más tiernos y también los más sobrecogedores del cuento: los años felices de Micifú con la bruja de Paloseco, su aterrador encuentro con el Gran Mecanólogo Imperial -un ser con unos terribles ojos de cristal y hielo,"como un pozo insondable", que nos trae a la memoria la figura de un vampiro, Nosferatu-, encuentro que dejará marcas imborrables en su cuerpo y en su espíritu y explica el porqué de esa mirada suya tan particular.
Pero, ¿dónde está el Duque?, ¿no eran éstas las increíbles aventuras del Duque Dementira? Gerberto Tórculo Mecánico Modelodecuerda, Duque Dementira, aparece en el momento oportuno, justo para acudir en auxilio de Totí, que es asaltado por una banda de malhechores que pretende robarle las cuentas de icor de su amo. Su presencia causa estupor entre los atacantes, que huyen despavoridos. Le precede su fama: es un héroe de guerra. Admirado y respetado por todos los ciudadanos, después de la contienda decidió dejar de funcionar durante un tiempo y permaneció apagado hasta que un caminante le dio cuerda al reloj que le servía de corazón. Y es que el Duque Dementira es un mecanoide, un autómata fabricado a imagen y semejanza de su creador, Danielillo Von Daniken, Duque de Casalta, con su inconfundible uniforme militar rojo y sus botones dorados, sus medallas, su monóculo y su voz metálica (que tan bien se "escucha" mirando los engranajes de sus bocadillos); uno de los primeros modelos en funcionar con un reloj de cuerda, sin necesidad de combustible hechizado, en un mundo en el que las máquinas utilizaban el icor como fuente de energía. Todo un dechado de virtudes y caballerosidad -en una época que nada de eso está de moda-, que deambula por la ciudad ayudando a quien lo necesita.
Sin embargo, alguien en la sombra pretende hacerse con el corazón del Duque y no tiene ningún inconveniente en utilizar a sus despiadados sicarios -Vad Burdalack, las hermanas Vanzeety y al "pequeño" Klauss- para conseguirlo. Pero el Duque no está solo. Quien lo busca no ha tenido en cuenta que el destino ha unido su camino al de Totí y Micifú y los ha hecho inseparables.
Hasta aquí la primera entrega de la -esperamos- larga serie de aventuras de este trío heterogéneo y sus malvados enemigos en un mundo fantástico dominado por la magia. Editado en tapa dura, con unas preciosas ilustraciones en las guardas y un anexo-"Manual para la construcción de un mecanoide, de Danielillo Von Daniken"- en el que el Duque de Casalta nos cuenta cómo ideó la construcción de su hombre de metal, este volumen ha servido para iniciarnos en la historia de los tres protagonistas; pero aún quedan un buen montón de preguntas y de incógnitas pendientes de resolver sobre ellos y el resto de los personajes y, como no, de los peligros a los que tendrán que enfrentarse.
Para que vayamos teniendo claro lo que nos espera, conocer el proceso de creación y ver cómo han ido evolucionando los personajes y la ciudad en la que discurre la acción desde los primeros bocetos hasta el resultado final, los autores han creado un blog en el que nos van contando todo esto y muchas cosas más, mientras esperamos la publicación del segundo volumen que nos permitirá, una vez más, recrearnos en el detallismo de las viñetas dibujadas por Javi Martínez. Y es que, conociendo otros trabajos anteriores de Fideu y Ciro, la mayor sorpresa del cómic ha sido descubrir la obra de este dibujante "novel", con influencias que nos recuerdan tanto a la factoría Disney como al manga y, sobre todo, al cine de animación -género en el que, sin embargo, no ha trabajado nunca-, de cuyo lenguaje se sirve de manera eficaz. Podemos encontrar algún pequeño despiste con ciertos pedales, perfectamente obviable si nos centramos en su capacidad para recrear conmovedoras escenas que consiguen llevarnos -y para eso el color de Ciro es, como siempre, imprescindible- a ciudades que creemos haber visitado, al menos con la imaginación, y a lugares que ya sólo existen en la nuestra memoria, como en ese momento mágico en casa de la bruja de Paloseco, con esa luz especial del fuego en el hogar y esos objetos colocados en la campana de la chimenea convertidos ya en preciados recuerdos.
De entre los cómics que nos llevamos -de todas las formas, tamaños y colores, de autores ya conocidos y de otros que no lo eran tanto, de novedades que se esperaban con impaciencia y de sorpresas de última hora, que siempre las hay y cada vez más- una ha escogido Las increíbles aventuras del Duque Dementira # 1: Micifú, quizá porque vio las magníficas dedicatorias con que sus tres autores (Fideu, Ciro y Javi Martínez) hacían las delicias de los aficionados al cómic que tuvimos la suerte de encontrarlos en el stand de su editorial, Planeta DeAgostini, o en el de la Fnac; quizá porque tras hojear las primeras páginas, los ojos se le fueron detrás de aquellas imágenes que la transportaron a un mundo fantástico en el que edificios imposibles, máquinas increíbles y personajes extraordinarios aparecían envueltos en una atmósfera llena de una luz y un color realmente mágicos.
Eso es, precisamente, lo que esconde el libro: magia, pero no donde solemos encontrarla, en un escenario que nos retrotrae a un utópico medioevo de ambiente rural, de abadías y castillos perdidos entre la bruma, bosques sombríos y personajes tenebrosos. En esta ocasión el guionista, Fideu, ha tenido a bien escribir un cuento para adultos que no han dejado de ser niños -aunque no para niños, contrariamente a lo que podría parecer a tenor del tono del texto y el estilo de dibujo utilizados en la obra-, en el que se nos muestra la magia en un entorno urbano y una época imaginaria que mezcla acertadamente elementos decimonónicos característicos de la Época Victoriana, los relatos de Charles Dickens y la Revolución Industrial; reminiscencias de la Revolución Francesa y la cultura oriental y factores propios de la ciencia ficción y la fantasía.
Los magníficos dibujos de Javi Martínez -para quien ésta es, incomprensiblemente, su primera incursión en el mundo del cómic- y el extraordinario papel que juega el color de Ciro -diferente en cada página según la escena que se describe, con efectistas juegos de luces y sombras- han conseguido la ambientación perfecta para recrear la historia de Fideu. Entre los tres han construido una ciudad singular y la han convertido en una protagonista más del relato, con construcciones que toman prestados determinados aspectos de la arquitectura tradicional y de la arquitectura del hierro, con una estética que nos recuerda en ocasiones al estilo modernista. Edificios altos, de cubiertas inclinadas y espigadas chimeneas, comunicados entre sí a distintos niveles por puentes y pasarelas de hierro, mansiones señoriales de grandes balcones y largas escalinatas, casas que crecieron constreñidas por los límites de una villa abocada a la ribera de un puerto de febril actividad, con sus zonas altas y sus barrios bajos, en cuyo entramado se evidencian las grandes desigualdades que sufren también quienes viven en ella.
En este mundo fantástico -todo un universo steampunk- es habitual encontrarse con extrañas y heréticas máquinas de vapor que destilan icor, esencia de magia pura presente en el ambiente, y la condensan en pequeñas bolitas de característico color verde que son usadas para hacer funcionar los más diversos aparatos; artilugios voladores de complicado mecanismo, mitad globo aerostático mitad dirigible, que surcan los cielos adoptando extravagantes formas zoomorfas; bicicletas y motocicletas "customizadas", que pueden llevar incorporadas grandes alas o tener una estructura que nos lleva a pensar en el esqueleto de un pez abisal; seres humanos conviviendo con muñecos que andan y se mueven, robots, autómatas, ciborgs de mirada inquietante, y con otras horribles criaturas del submundo que no son ni hombres ni máquinas.
Cuando la tiranía de los magos terminó tras la Gran Guerra -la llamada "Revolución de los no iniciados"- y el gobierno quedó "en manos del pueblo", la magia pasó a considerarse herejía y a perseguirse su uso. Las brujas eran escarnecidas y ajusticiadas públicamente ante una muchedumbre, a la que, entre amedrentada y enardecida, los representantes de la ley y el orden dirigían su implacable arenga contra el pecado de la hechicería. Entre los espectadores de una de estas terribles ejecuciones está Totí, acompañado siempre de sus perros y, sobre todo, de Otto, su viejo perrito de juguete. Totí es un niño que vende por las calles el icor de magia -"esencia mágica pura"- que su amo, Ginés, el mecanólogo avaro y miserable con el que vive, destila convirtiendo en un combustible capaz de hacer funcionar los más diversos aparatos.
Y es que ésta es la historia de un niño que no es como los demás, de uno de esos niños especiales a los que su madre abandonó, incapaz de "apreciar el tesoro que era su hijo", abocándolo a una existencia terrible y desgraciada. Si bien es cierto que él no es el único niño especial de este relato. Años antes lo fue Micifú, convertido ahora en un joven ladrón, apuesto y seductor de jovencitas acaudaladas y habitual defensor de los desamparados. Al igual que Totí, también Micifú, montado en su "ciclostato", con su gorra y sus gafas de aviador, se encargaba de repartir las cuentas de icor que destilaba su abuela, la bruja de Paloseco, que en realidad no era bruja, sino mecanóloga, ni era su abuela, sino la mujer de gran corazón que cuidó de él desde que su madre lo dejó en su puerta siendo un bebé. Todo ello se nos cuenta en el prólogo, un largo flashback que recoge los momentos más tiernos y también los más sobrecogedores del cuento: los años felices de Micifú con la bruja de Paloseco, su aterrador encuentro con el Gran Mecanólogo Imperial -un ser con unos terribles ojos de cristal y hielo,"como un pozo insondable", que nos trae a la memoria la figura de un vampiro, Nosferatu-, encuentro que dejará marcas imborrables en su cuerpo y en su espíritu y explica el porqué de esa mirada suya tan particular.
Pero, ¿dónde está el Duque?, ¿no eran éstas las increíbles aventuras del Duque Dementira? Gerberto Tórculo Mecánico Modelodecuerda, Duque Dementira, aparece en el momento oportuno, justo para acudir en auxilio de Totí, que es asaltado por una banda de malhechores que pretende robarle las cuentas de icor de su amo. Su presencia causa estupor entre los atacantes, que huyen despavoridos. Le precede su fama: es un héroe de guerra. Admirado y respetado por todos los ciudadanos, después de la contienda decidió dejar de funcionar durante un tiempo y permaneció apagado hasta que un caminante le dio cuerda al reloj que le servía de corazón. Y es que el Duque Dementira es un mecanoide, un autómata fabricado a imagen y semejanza de su creador, Danielillo Von Daniken, Duque de Casalta, con su inconfundible uniforme militar rojo y sus botones dorados, sus medallas, su monóculo y su voz metálica (que tan bien se "escucha" mirando los engranajes de sus bocadillos); uno de los primeros modelos en funcionar con un reloj de cuerda, sin necesidad de combustible hechizado, en un mundo en el que las máquinas utilizaban el icor como fuente de energía. Todo un dechado de virtudes y caballerosidad -en una época que nada de eso está de moda-, que deambula por la ciudad ayudando a quien lo necesita.
Sin embargo, alguien en la sombra pretende hacerse con el corazón del Duque y no tiene ningún inconveniente en utilizar a sus despiadados sicarios -Vad Burdalack, las hermanas Vanzeety y al "pequeño" Klauss- para conseguirlo. Pero el Duque no está solo. Quien lo busca no ha tenido en cuenta que el destino ha unido su camino al de Totí y Micifú y los ha hecho inseparables.
Hasta aquí la primera entrega de la -esperamos- larga serie de aventuras de este trío heterogéneo y sus malvados enemigos en un mundo fantástico dominado por la magia. Editado en tapa dura, con unas preciosas ilustraciones en las guardas y un anexo-"Manual para la construcción de un mecanoide, de Danielillo Von Daniken"- en el que el Duque de Casalta nos cuenta cómo ideó la construcción de su hombre de metal, este volumen ha servido para iniciarnos en la historia de los tres protagonistas; pero aún quedan un buen montón de preguntas y de incógnitas pendientes de resolver sobre ellos y el resto de los personajes y, como no, de los peligros a los que tendrán que enfrentarse.
Para que vayamos teniendo claro lo que nos espera, conocer el proceso de creación y ver cómo han ido evolucionando los personajes y la ciudad en la que discurre la acción desde los primeros bocetos hasta el resultado final, los autores han creado un blog en el que nos van contando todo esto y muchas cosas más, mientras esperamos la publicación del segundo volumen que nos permitirá, una vez más, recrearnos en el detallismo de las viñetas dibujadas por Javi Martínez. Y es que, conociendo otros trabajos anteriores de Fideu y Ciro, la mayor sorpresa del cómic ha sido descubrir la obra de este dibujante "novel", con influencias que nos recuerdan tanto a la factoría Disney como al manga y, sobre todo, al cine de animación -género en el que, sin embargo, no ha trabajado nunca-, de cuyo lenguaje se sirve de manera eficaz. Podemos encontrar algún pequeño despiste con ciertos pedales, perfectamente obviable si nos centramos en su capacidad para recrear conmovedoras escenas que consiguen llevarnos -y para eso el color de Ciro es, como siempre, imprescindible- a ciudades que creemos haber visitado, al menos con la imaginación, y a lugares que ya sólo existen en la nuestra memoria, como en ese momento mágico en casa de la bruja de Paloseco, con esa luz especial del fuego en el hogar y esos objetos colocados en la campana de la chimenea convertidos ya en preciados recuerdos.
ENTREVISTA:
http://trazosenelbloc.blogspot.com/2010/09/entrevistamos-en-trazos-jose-antonio.html
En el pasado Saló del Còmic de Barcelona tuvimos la suerte de charlar un rato con los tres autores de una de las novedades más interesantes aparecidas para el mayor evento comiquero del año: Las increíbles aventuras del Duque Dementira # 1: Micifú. Si pincháis aquí podréis leer la reseña que Susana escribió sobre esta obra.
Encontramos un escenario de Época Victoriana pero con reglas algo distintas, un steampunk donde la tecnología está basada en parte en el vapor y en parte en la magia, siendo el “icor” su unidad de medida básica. ¿De dónde viene la idea del icor?
Fideu: La verdad es que no sé de dónde viene la idea del icor… No sé de dónde vienen muchas de mis ideas. Puede que ésta sea una de esas muchas que uno lee y olvida luego, quedando guardada, medio oculta, en tu subconsciente… no sé. Soy lector de fantasía y ciencia ficción desde hace años y puede que la tomara prestada de alguien… o puede que sea mía. El caso es que pensé en cómo evolucionaría en el tiempo un mundo con magia, y de una edad media mágica creí que se llegaría a una especie de revolución francesa también mágica. Cuando los hombres normales se rebelan contra los hechiceros, tienen que pensar una forma de “democratizar el saber mágico”, de hacer que llegue a todo el mundo, aunque el usuario no conozca encantamientos… Me pareció una buena idea lo de encerrar la magia pura en cuentas que sirvieran de combustible para hacer funcionar aparatos varios. Así en el proceso se introducen diversos artesanos (ingenieros, mecánicos, fundidores, carpinteros, cristaleros, etc.), y la cosa no queda sólo en manos de los hechiceros únicamente, y además, de esta manera todo el mundo puede aprovecharse de la magia, sin necesidad de tener que erradicarla por completo…
Javi, tu dibujo parece venir del campo de la animación, ¿puedes contarnos un poco de tus inicios y de cómo has llegado a alcanzar este nivel, siendo éste tu primer trabajo profesional en el mundo del cómic?
Javi Martínez: No eres el primero que me lo dice, lo cual me halaga mucho pues respeto mucho ese campo y me parecen grandísimos artistas los dibujantes que trabajan en la animación tanto 2D como 3D, aunque no he tenido el placer de trabajar en el sector. Te contaré una pequeña anécdota: En este salón del cómic 2010 conocí a Barbucci, un gran tipo y genial artista a mi parecer, y en plan de coña me preguntó: - Oye, ¿tú vienes de la animación? Yo le contesté: - No, a lo que él añade: - Yo tampoco. A continuación reimos bastante pues entendí perfectamente que por su estilo se lo habrían preguntado hasta la saciedad. Es más, te diré que un día caí en la cuenta de que muchos de los dibujantes de cómic a los que más admiro: Cyril Pedrosa (Ring Circus, Tres Sombras), Juanjo Guarnido (Blacksad), Enrique Fernández (La isla sin sonrisa) entre muchos otros venían, o habían trabajado en la animación 2D y en Disney.
Fideu, como en todo buen cuento, la figura del narrador es casi un personaje más, no lo vemos pero lo escuchamos –en este caso leemos-, alguien que conoce toda la historia pero que la va contando a su ritmo, marcando el paso de los acontecimientos. ¿Es por dar un mayor peso literario a la historia?
Fideu: Siempre me ha gustado introducir narradores en la historias. Hacen que el argumento avance aportando más información aparte de la visual. Hitchcock opinaba que en una película (traslademos su idea al cómic), lo que no se veía con imágenes no existía, pero yo creo que en ciertas historias, la presencia de un narrador es muy positiva. El narrador cuenta la historia desde un punto de vista más subjetivo, más cercano a los sentimientos. Cuando leemos una historia sin narrador asistimos a la presencia de hechos, cuando leemos una con narrador vemos opiniones, que son siempre más humanas… Además, pensaba que el narrador, en una historia que es una especie de cuento de hadas moderno, sería muy adecuado. Como digo en el cómic, no podía empezar a contar las aventuras del Duque y sus amigos sin un “érase una vez…”
"Núbilus" tuvo una versión en novela, pero en origen ¿qué fue antes, el libro o el cómic?, y en este sentido algo se barrunta leyendo vuestra página web (http://duquedementira.blogspot.com/), te ves algún día como Víctor Mora o Neil Gaiman, a los que el éxito en el cómic -más o menos- abrió las puertas a la literatura?
Fideu: Mi verdadera vocación es la de contar historias. Escribo guiones de cómic porque amo este medio y porque la de dibujante de cómic es mi vocación frustrada, pero en realidad lo que yo quiero es hacerme oír… En el caso de “Núbilus”, todo surgió de una idea que yo ya tenía muy madurada, la novela casi escrita y guardada en un cajón. Por aquel entonces yo no pensaba que llegaría a publicar con la asiduidad con la que lo estoy haciendo, me parecía una quimera, algo tan lejano que casi ni lo contemplaba. Por eso, cuando Vicente Cifuentes me pidió un guión para una historia negra de cómic no dudé en convertir esa historia mía en un guión para él. La recorté hasta el extremo y poco después se publicó con bastante éxito… eso me llevó a terminar la novela y a creer en mí hasta el punto de presentarla a una editorial… Poco después del cómic se publicó también la versión en novela y gracias a eso fui invitado a participar en la Semana Negra… Varios sueños cumplidos gracias a Núbilus.
Con el Duque Dementira ocurre algo parecido. Tengo escritos varios capítulos de la novela, pero por ahora no la he continuado. Creo que en el caso del Duque será antes el cómic que el libro, pero ya veremos qué pasa…
Las sagas de tres o más tomos son las que más agradecemos los aficionados: a más páginas, historias más complejas y mejor estructuradas, mayor desarrollo de los personajes. Ésta parece la filosofía empleada en vuestro proyecto. En este primer volumen contemplamos la reunión de los héroes y la presentación de los villanos, pero estamos sólo ante el principio de una historia más larga, ¿cuántos álbumes tenéis previsto que abarque? ¿No es una forma de trabajo más propia del cómic franco-belga? ¿No resulta un poco arriesgado para nuestro endeble mercado nacional?
Fideu: Como te he dicho, en esta ocasión he preferido contar la historia sin prisas, así que durará lo que la propia historia requiera, aunque yo calculo, que si la editorial nos respalda, con otros tres álbumes este arco argumental puede quedar concluido…
En cuanto a lo que comentas de cómic franco-belga; sí, es cierto, es una forma de trabajar muy propia de allí. No te engaño: nos gustaría publicar la obra en Francia, sobre todo porque eso aseguraría su continuidad, pero el hecho de haberla estructurado así se debe a que, como te he contado, nos dieron sólo cuarenta y ocho páginas (querían un tomo autoconclusivo, pero logré que no lo fuera….), y no me apetecía contar la historia con prisas. Por eso preferí cortarla a mi ritmo.
Bueno, a decir verdad fueron acosados y bombardeados a preguntas, hasta que por puro pesado conseguí arrancarles la promesa de realizar una entrevista.
Pocas veces, creo yo, encontraremos un equipo creativo tan bien avenido y tan dedicado a su obra, un auténtico trabajo a tres manos.
Muchas cosas nos cuentan estos tres amigos, de su obra y también sobre ellos, todo bien aderezado con un montón de bocetos y estudios previos que amablemente nos han facilitado (así como de la foto de este trío que encabeza este post y que hemos robado de su blog).
Comencemos ya sin más preámbulos con esta entrevista a cuatro bandas:
Después de la charla en Barcelona, la sensación más destacable fue la tremenda ilusión que tenéis por el proyecto, la perfecta sincronía y el buen rollo entre vosotros, pero, viviendo en ciudades distintas, ¿cómo os organizáis?, ¿cómo es vuestra forma de trabajo?, ¿qué fases vais siguiendo hasta contar con una página terminada?
Fideu: La verdad es que cuando el trabajo se hace con ilusión las cosas salen mucho más fluidas. Además, a esa ilusión se suma el gran respeto que todos sentimos por el trabajo de los demás. Partimos de la base de que seis ojos ven más que dos y tratamos de consensuar casi todas las decisiones, teniendo siempre cada uno la última palabra en lo que es su parte (Javi el dibujo, Ciro el color y yo la historia). Hemos tenido que ir cambiando algunas cosas (sobre todo en lo referido a la parte gráfica), pero lo hemos hecho con fluidez, sin escatimar en esfuerzo y entendiendo que cada vez que uno de los tres hablaba lo hacía por mejorar la obra.
Por otro lado, somos amigos desde hace muchos años, y nos conocemos muy bien. Todo ha salido de forma natural. Cada dos o tres semanas nos juntábamos para revisar distintos aspectos y veíamos si había que cambiar algo (aunque vivimos en ciudades diferentes yo viajo a Albacete casi todos los fines de semana porque tengo mi casa allí…). En realidad esas citas eran una alegría para mí (imagino que también para ellos), porque además de trabajar en algo que me entusiasma, con amigos, iba viendo cómo la historia avanzaba y crecía poco a poco. Un día veíamos bocetos, otro día planificación de escenas, páginas a lápiz o ya algunas en color… y así sucesivamente, cada día un poco más. Nuestro proceso de trabajo ha sido, por otra parte, bastante tradicional: primero hablamos Javi y yo durante mucho, mucho tiempo (unos años) y cuando tuve claro qué historia quería, la escribí. Tras revisar el guión (que a ambos les encantó), comenzó Javi a diseñar páginas y Ciro a planificar colores. Luego Javi fue acabando páginas y Ciro fue coloreándolas, mientras yo me dedicaba a… babear de emoción. Al final, tras limpiarme las babas, terminamos los detalles de los textos y las páginas extras con las que concluye el primer volumen.
Fideu: La verdad es que cuando el trabajo se hace con ilusión las cosas salen mucho más fluidas. Además, a esa ilusión se suma el gran respeto que todos sentimos por el trabajo de los demás. Partimos de la base de que seis ojos ven más que dos y tratamos de consensuar casi todas las decisiones, teniendo siempre cada uno la última palabra en lo que es su parte (Javi el dibujo, Ciro el color y yo la historia). Hemos tenido que ir cambiando algunas cosas (sobre todo en lo referido a la parte gráfica), pero lo hemos hecho con fluidez, sin escatimar en esfuerzo y entendiendo que cada vez que uno de los tres hablaba lo hacía por mejorar la obra.
Por otro lado, somos amigos desde hace muchos años, y nos conocemos muy bien. Todo ha salido de forma natural. Cada dos o tres semanas nos juntábamos para revisar distintos aspectos y veíamos si había que cambiar algo (aunque vivimos en ciudades diferentes yo viajo a Albacete casi todos los fines de semana porque tengo mi casa allí…). En realidad esas citas eran una alegría para mí (imagino que también para ellos), porque además de trabajar en algo que me entusiasma, con amigos, iba viendo cómo la historia avanzaba y crecía poco a poco. Un día veíamos bocetos, otro día planificación de escenas, páginas a lápiz o ya algunas en color… y así sucesivamente, cada día un poco más. Nuestro proceso de trabajo ha sido, por otra parte, bastante tradicional: primero hablamos Javi y yo durante mucho, mucho tiempo (unos años) y cuando tuve claro qué historia quería, la escribí. Tras revisar el guión (que a ambos les encantó), comenzó Javi a diseñar páginas y Ciro a planificar colores. Luego Javi fue acabando páginas y Ciro fue coloreándolas, mientras yo me dedicaba a… babear de emoción. Al final, tras limpiarme las babas, terminamos los detalles de los textos y las páginas extras con las que concluye el primer volumen.
Proceso creativo (tres viñetas finales pág. 21): boceto, estudio de iluminación, lápiz acabado sin limpiar el boceto en azul sobre el que se perfila, estudio de color e iluminación, acabado final y acabado final con textos
Javi Martínez: La verdad es que tenemos la suerte los tres de ser de la misma ciudad, Albacete, aunque es cierto que cada uno tiene su trabajo paralelo (yo soy maestro de Primaria, como Fideu) y ha sido necesario quedar muy a menudo, muchos mails y llamadas, por supuesto.
En cuanto a la forma de trabajo, ha sido muy fácil pues los tres partíamos de una idea más o menos común; el guión, el cual pedí a Fideu hace ya 5 o 6 años coincidía con una idea que él ya tenía en la cabeza y que casaba perfectamente con lo que buscaba, mi estilo de dibujo y gustos personales. Hay que tener en cuenta que los tres nos conocemos desde hace 18 años y eso es mucho tiempo. Con Ciro también fue muy fácil, aportó al máximo su arte con el color infográfico y siguiendo más o menos la idea que le habíamos planteado. Creo que el buen funcionamiento del equipo va desde el intercambio de ideas, sugerencias, cambios en nuestro trabajo y el enriquecimiento mutuo, así como respetar partes del trabajo propio de cada uno; hemos hecho lo que pensábamos que era mejor para el proyecto unificando y consensuándolo todo.
Bueno, lo primero de todo fue forjar el universo: personajes, ambientación, artilugios, pin-ups, etc. a partir de descripciones e ideas de Fideu. Una vez definido, se escribió el guión; a partir de ahí presentamos a Planeta el proyecto; cual fue nuestra sorpresa que lo aprobaron sin ver aún ninguna página terminada. Seguidamente me puse con las páginas y cuando ya estaban muy avanzadas, Ciro empezó con el color. En resumidas cuentas, salvo los bocetos, la elaboración de la página sigue ese “típico” proceso: guión-dibujo-color.
En cuanto a la forma de trabajo, ha sido muy fácil pues los tres partíamos de una idea más o menos común; el guión, el cual pedí a Fideu hace ya 5 o 6 años coincidía con una idea que él ya tenía en la cabeza y que casaba perfectamente con lo que buscaba, mi estilo de dibujo y gustos personales. Hay que tener en cuenta que los tres nos conocemos desde hace 18 años y eso es mucho tiempo. Con Ciro también fue muy fácil, aportó al máximo su arte con el color infográfico y siguiendo más o menos la idea que le habíamos planteado. Creo que el buen funcionamiento del equipo va desde el intercambio de ideas, sugerencias, cambios en nuestro trabajo y el enriquecimiento mutuo, así como respetar partes del trabajo propio de cada uno; hemos hecho lo que pensábamos que era mejor para el proyecto unificando y consensuándolo todo.
Bueno, lo primero de todo fue forjar el universo: personajes, ambientación, artilugios, pin-ups, etc. a partir de descripciones e ideas de Fideu. Una vez definido, se escribió el guión; a partir de ahí presentamos a Planeta el proyecto; cual fue nuestra sorpresa que lo aprobaron sin ver aún ninguna página terminada. Seguidamente me puse con las páginas y cuando ya estaban muy avanzadas, Ciro empezó con el color. En resumidas cuentas, salvo los bocetos, la elaboración de la página sigue ese “típico” proceso: guión-dibujo-color.
Ciro: Con el diálogo y guión de Pepe, Javi confecciona el total de story de la obra, ya con esto sin más previos comienzo a realizar el estudio de escenas y color, fijamos la iluminación general y el equilibrio de las páginas y viñetas, a continuación Javi pasa a lápiz trabajando con minas azules la página final, que luego perfila con un lápiz negro muy delicado en donde cuida totalmente los detalles y el volumen de los trazos y planos, por último me va pasando las páginas prácticamente en orden, esto último diferencia mucho el trabajo en equipo del típico de mercado yanky que va a toda pastilla y el orden no es tan importante, es más una cadena de montaje, que por supuesto proporciona una gran cantidad de dinero pero en donde se pierde un poco de "alma" en los cómics, aunque hay que comer y pagar facturas, verdad?
Bocetos págs. 25 y 26
Fideu y Ciro ya habíais trabajado antes juntos para el álbum "Núbilus" (Ediciones Dolmen) con Cifuentes a los lápices, pero para “El Duque Dementira” el dibujante es Javi Martínez. El cambio ha venido “obligado” por la “marcha” de Cifuentes a Marvel o, por el tipo de historia, ¿era necesario contar con un dibujante de estilo radicalmente distinto?
Fideu: La verdad es que yo no trabajo escribiendo un guión y buscando un dibujante para él. A mí me gusta trabajar con gente con la que me siento cómodo, amigos, y en el caso de los guiones de cómic que he hecho han sido todos, por decirlo de alguna manera, “de encargo”. Cuando escribía para Vicente Cifuentes era él el que me requería historias de género negro, o de fantasía, y yo, simplemente, las escribía. Ahora mismo vamos a publicar “La Logia de los Soñadores”, con Dolmen, que ya estará a punto de salir o habrá salido. Aunque está muy liado entintando para DC, sigue sacando ratejos para dibujar nuestros proyectos, porque a él le hace mucha ilusión publicar en España.
Fideu: La verdad es que yo no trabajo escribiendo un guión y buscando un dibujante para él. A mí me gusta trabajar con gente con la que me siento cómodo, amigos, y en el caso de los guiones de cómic que he hecho han sido todos, por decirlo de alguna manera, “de encargo”. Cuando escribía para Vicente Cifuentes era él el que me requería historias de género negro, o de fantasía, y yo, simplemente, las escribía. Ahora mismo vamos a publicar “La Logia de los Soñadores”, con Dolmen, que ya estará a punto de salir o habrá salido. Aunque está muy liado entintando para DC, sigue sacando ratejos para dibujar nuestros proyectos, porque a él le hace mucha ilusión publicar en España.
En el caso del Duque, escribí el guión para Javi. Nos conocemos desde hace mucho tiempo y sé el tipo de historias que le gustan. Por eso escribí pensando en él, en un universo en el que se sintiera cómodo. Sé que ama el cómic francés y la fantasía, y por eso traté de crear una estética acorde a sus gustos… Aunque en el Duque hay, por supuesto, mucho también de lo que a mí me gusta, del tipo de cómic que me gustaría leer, con aventuras, magia, una gota de ciencia ficción, sentimiento… y grandes ciudades increíbles.
Boceto previo de escenarios
Javi Martínez: Creo que con la respuesta a la anterior pregunta queda aclarada la duda del dibujante, ya que fui yo quien sugirió a Fideu que me escribiera un guión de cómic.
Ciro: Esta historia está hecha a la medida de Javi, hecha para él, y así se ve el resultado, ya sabéis que los proyectos se llevan preparando durante años, El trabajo con Vicente en Núbilus también fue un trabajo especial y mi color cumplía la medida de lo que Vicente deseaba, una acuarela de género negro para una historia y eso hicimos, creo que en esa historia todos aprendimos muchas cosas.
Secretico: Para mí son tan especiales estos trabajos porque a estos tres pedazo de artistas (Javi, Pepe y Vicen) los conozco desde niños y los he visto crecer como personas y como creadores.
Ciro: Esta historia está hecha a la medida de Javi, hecha para él, y así se ve el resultado, ya sabéis que los proyectos se llevan preparando durante años, El trabajo con Vicente en Núbilus también fue un trabajo especial y mi color cumplía la medida de lo que Vicente deseaba, una acuarela de género negro para una historia y eso hicimos, creo que en esa historia todos aprendimos muchas cosas.
Secretico: Para mí son tan especiales estos trabajos porque a estos tres pedazo de artistas (Javi, Pepe y Vicen) los conozco desde niños y los he visto crecer como personas y como creadores.
Encontramos un escenario de Época Victoriana pero con reglas algo distintas, un steampunk donde la tecnología está basada en parte en el vapor y en parte en la magia, siendo el “icor” su unidad de medida básica. ¿De dónde viene la idea del icor?
Fideu: La verdad es que no sé de dónde viene la idea del icor… No sé de dónde vienen muchas de mis ideas. Puede que ésta sea una de esas muchas que uno lee y olvida luego, quedando guardada, medio oculta, en tu subconsciente… no sé. Soy lector de fantasía y ciencia ficción desde hace años y puede que la tomara prestada de alguien… o puede que sea mía. El caso es que pensé en cómo evolucionaría en el tiempo un mundo con magia, y de una edad media mágica creí que se llegaría a una especie de revolución francesa también mágica. Cuando los hombres normales se rebelan contra los hechiceros, tienen que pensar una forma de “democratizar el saber mágico”, de hacer que llegue a todo el mundo, aunque el usuario no conozca encantamientos… Me pareció una buena idea lo de encerrar la magia pura en cuentas que sirvieran de combustible para hacer funcionar aparatos varios. Así en el proceso se introducen diversos artesanos (ingenieros, mecánicos, fundidores, carpinteros, cristaleros, etc.), y la cosa no queda sólo en manos de los hechiceros únicamente, y además, de esta manera todo el mundo puede aprovecharse de la magia, sin necesidad de tener que erradicarla por completo…
Mitad inferior pág. 3
No sé, me pareció una buena idea como trasfondo que además se aplica a la historia convirtiéndose en un elemento importante de la narración… Si hay más números del Duque, ya veréis por qué.
Javi Martínez: Me gusta mucho la expresión “unidad de medida básica”, ya que no puede ser más acertada. Realmente el icor es la esencia mágica concentrada en corpúsculos esféricos que hace funcionar todos los artilugios de este universo fantástico; al estar la magia prohibida tras “la gran guerra”, los magos se convierten en mecanólogos (término inventado por Fideu, que seguro te va a responder mejor que yo a esta pregunta) y destilan magia en forma de icor.
Las ambientaciones de steampunk son frecuentes en el manga, más dado sobre todo a utilizar robots o ciborgs, no tanto en el cómic europeo y muy raras en el español. ¿Por qué habéis escogido este escenario? ¿Era una forma de aprovechar un espacio en el interés de los lectores?
Fideu: Yo ya conocía el Steam-punk, y siempre me encantó. Es verdad que abunda en el cómic japonés y el americano, y mucho menos en el español, pero es que, según veo, en España hay cada vez menos cómic de fantasía… o quizás es que cada vez se le presta menos atención. Ante obras de calado más costumbrista (por decirlo de alguna manera), de carácter más cotidiano, que son las más valoradas por la crítica, el cómic de fantasía y de aventuras se bate en retirada.
Sin embargo, como he dicho, yo escribo sobre los temas que me gustan sin importarme aspectos externos a la obra que escribo. No me avergüenzo al decir que amo el género fantástico. En este caso no me dirigí de manera intencionada al Steam-punk, sino que, como os he contado, tratando de buscar una ambientación, llegué a él. En realidad, nuestro Steam-punk es un Steam-punk un poco especial porque mezcla también elementos que hacen referencia a la época de la revolución francesa. Podemos decir que se trata de un Steam-punk naciente, no tan desarrollado como el mostrado en obras tipo “Ironwolf”, el “Castillo Ambulante” o el que aparece en tantos mangas magníficos como “Last Exile”…
Javi Martínez: Me gusta mucho la expresión “unidad de medida básica”, ya que no puede ser más acertada. Realmente el icor es la esencia mágica concentrada en corpúsculos esféricos que hace funcionar todos los artilugios de este universo fantástico; al estar la magia prohibida tras “la gran guerra”, los magos se convierten en mecanólogos (término inventado por Fideu, que seguro te va a responder mejor que yo a esta pregunta) y destilan magia en forma de icor.
Las ambientaciones de steampunk son frecuentes en el manga, más dado sobre todo a utilizar robots o ciborgs, no tanto en el cómic europeo y muy raras en el español. ¿Por qué habéis escogido este escenario? ¿Era una forma de aprovechar un espacio en el interés de los lectores?
Fideu: Yo ya conocía el Steam-punk, y siempre me encantó. Es verdad que abunda en el cómic japonés y el americano, y mucho menos en el español, pero es que, según veo, en España hay cada vez menos cómic de fantasía… o quizás es que cada vez se le presta menos atención. Ante obras de calado más costumbrista (por decirlo de alguna manera), de carácter más cotidiano, que son las más valoradas por la crítica, el cómic de fantasía y de aventuras se bate en retirada.
Sin embargo, como he dicho, yo escribo sobre los temas que me gustan sin importarme aspectos externos a la obra que escribo. No me avergüenzo al decir que amo el género fantástico. En este caso no me dirigí de manera intencionada al Steam-punk, sino que, como os he contado, tratando de buscar una ambientación, llegué a él. En realidad, nuestro Steam-punk es un Steam-punk un poco especial porque mezcla también elementos que hacen referencia a la época de la revolución francesa. Podemos decir que se trata de un Steam-punk naciente, no tan desarrollado como el mostrado en obras tipo “Ironwolf”, el “Castillo Ambulante” o el que aparece en tantos mangas magníficos como “Last Exile”…
Bocetos de escenarios definitivos: Puente y ciudad
Javi Martínez: Yo ni sabía que existía el término “steampunk”. Cuando empecé con los bocetos me iba adaptando a las ideas de Fideu y siguiendo sus indicaciones todo empezó a volverse cada vez más y más mecánico; ya sumergido en la estética y en los diseños, busqué documentación relativa y fue cuando me topé con el género steampunk, el cual ha terminado de gustarme bastante, la verdad. Una vez inmerso en ese mundo busqué la mayor información posible (cine, cómics, artilugios, etc.) y la verdad es que es tan rico que puedes encontrar desde un ordenador-máquina de escribir antigua hasta joyas hechas a partir de tuercas y tornillos. En fin, se abrieron muchas puertas a la imaginación al descubrir todo esto.
Una vez publicado, nos hemos dado cuenta que efectivamente en el mercado español ahora mismo no hay mucho sobre fantasía-steampunk, lo cual nos parece interesante por abrir de cierta forma el abanico temático y esperemos que le guste al público comiquero.
Una de las cosas más destacables en “Dementira” es el trabajo de recrear este mundo especial, aun siendo totalmente fantástico y con elementos mágicos, se ve coherente, con una buena base, todo ello sin desvelarlo todo, dejando muchas cosas a la imaginación del lector. Habéis mimado cada detalle, en los fondos, en la grafía, en los bocadillos cuando hablan los autómatas o en los cambios de color en determinadas páginas con arreglo la secuencia narrada, incluso en las guardas del tomo. Al ser tres a desarrollar las ideas, imagino que han surgido más opiniones que han enriquecido el resultado. En todo el trabajo, ¿qué os ha supuesto la creación de la parte escénica?
Fideu: Antes de ponernos a trabajar, Javi y yo trabajamos mucho en este aspecto, diseñando personajes, puliéndolos y definiendo el entorno. Además yo no quería cosas que aparecieran por capricho, sino que buscaba un desarrollo gráfico coherente con mis ideas, fantástico pero que fuera lo más verdadero posible… que todos los objetos que apareciesen en la obra y los escenarios pudieran ser (de alguna manera) reales… En este aspecto las aportaciones de mis compañeros sirvieron para ir enriqueciendo el entorno poco a poco… Tenemos además muchas sorpresas planeadas para el segundo volumen, con nuevos escenarios y profundizando un poco más en los que ya conocéis.
Una vez publicado, nos hemos dado cuenta que efectivamente en el mercado español ahora mismo no hay mucho sobre fantasía-steampunk, lo cual nos parece interesante por abrir de cierta forma el abanico temático y esperemos que le guste al público comiquero.
Una de las cosas más destacables en “Dementira” es el trabajo de recrear este mundo especial, aun siendo totalmente fantástico y con elementos mágicos, se ve coherente, con una buena base, todo ello sin desvelarlo todo, dejando muchas cosas a la imaginación del lector. Habéis mimado cada detalle, en los fondos, en la grafía, en los bocadillos cuando hablan los autómatas o en los cambios de color en determinadas páginas con arreglo la secuencia narrada, incluso en las guardas del tomo. Al ser tres a desarrollar las ideas, imagino que han surgido más opiniones que han enriquecido el resultado. En todo el trabajo, ¿qué os ha supuesto la creación de la parte escénica?
Fideu: Antes de ponernos a trabajar, Javi y yo trabajamos mucho en este aspecto, diseñando personajes, puliéndolos y definiendo el entorno. Además yo no quería cosas que aparecieran por capricho, sino que buscaba un desarrollo gráfico coherente con mis ideas, fantástico pero que fuera lo más verdadero posible… que todos los objetos que apareciesen en la obra y los escenarios pudieran ser (de alguna manera) reales… En este aspecto las aportaciones de mis compañeros sirvieron para ir enriqueciendo el entorno poco a poco… Tenemos además muchas sorpresas planeadas para el segundo volumen, con nuevos escenarios y profundizando un poco más en los que ya conocéis.
Boceto previo de escenarios: Ciudad
Javi Martínez: La verdad es que ha sido muy divertido crear este universo. Al principio, con los primeros diseños de la ciudad no sabía ni lo que iba a salir y había un “batiburrillo” de estilos mezclados que no me terminaban de gustar, además había que adaptar los escenarios físicos a mi estilo de dibujo y creo que queda fatal cuando los personajes están dibujados a un estilo y los escenarios a otro; no había uniformidad. Hemos mirado con lupa hasta el mínimo detalle del cómic. Soy muy concienzudo y exigente en los diseños, si no me terminan de convencer puedo repetirlos muchas veces hasta que llego a la versión definitiva y lo bueno es que hemos tenido tiempo para conseguirlo (podéis apreciarlo en los bocetos que os adjunto). Al final, y tras documentación de ciudades europeas la mayoría, creé una ciudad con barrios muy diferentes: el centro de la ciudad se asemeja más a paisajes de ciudades de Francia, los Paises Bajos y centroeuropa; la zona industrial es más victoriana (por aquello de la revolución industrial) y los barrios más pobres y periféricos son como postales más mediterraneas (sur de Italia o Grecia) que creo le daba un toque más cálido y humilde. Esa zona es la menos transformada mientras que en la parte central y alta de la ciudad queríamos conseguir un efecto “blade runner” a lo steampunk, edificios de muy diferentes alturas y con muchos aparatos mecánicos voladores surcando un cielo con mucho tráfico. Como curiosidad, decirte que algunos palacetes están diseñados con un toque modernista al estilo Gaudí, un pequeño capricho que quería dibujar. El art noveau también le pega (creo) a este universo.
Bocetos de escenarios definitivos: Barrio pesquero y casa
Ciro: El compartir con mis compañeros los detalles de la escenografía, la ambientación y la estética en general ha sido muy fácil, los conozco desde hace muucho tiempo, sé que igual que yo gustan del detalle, de cuidar el escenario igual que cuidas a los personajes, las transformaciones, o mejor dicho la evolución de la historia y resultado final ha sido muy fluido, casi una punta en el iceberg de lo que ya tenemos pensado.
A lo largo de la lectura, creemos encontrar referencias literarias de Carlo Collodi (Pinocho), de Gustav Meyrink (El Golem), pero sobre todo de Charles Dickens (concretamente su Oliver Twist): el melodrama, la picaresca, la explotación laboral infantil, o el villano que se aprovecha -o casi se podría decir, se alimenta- de la inocencia del niño; pero todo ello visto bajo el prisma de un escritor más actual como China Miéville (La estación de la calle Perdido). ¿Hemos acertado en alguno? ¿Qué otras influencias o fuentes os han servido de inspiración?
Fideu: Tienes buen ojo. La verdad es que algunos de los autores que nombras me encantan y he leído casi todas las obras que mencionas, excepto "La estación de la calle Perdido", la cual tendré que leer muy pronto, porque mucha gente me ha recomendado ese libro (seguramente después de terminar “Sociedad Tepes” de Iván Mourín que me tiene enganchado…).
Creo que cuando los escritores son tan grandes como esos que mencionas, o cuando han escrito obras tan inmortales como Pinocho, siempre están en la memoria del que trata de hacer algo nuevo. Así, muchas de las cosas que escribes, si las ambientas en épocas parecidas o si utilizas situaciones que se parecen, terminan por hacer referencia a estas obras o a estos autores. Cualquier niño maltratado en una época decimonónica, te recordará a Oliver Twist… Es como cuando se escucha la música de Carros de Fuego y todo el mundo piensa en Olimpiadas… En realidad a estas alturas, me conformo con recrear universos con coherencia, tomando cosas de aquí y de allá, que resulten atractivas para el lector y que me diviertan a mí.
Javi Martínez: Efectivamente has acertado en unos cuantos: Oliver Twist ha sido un buen referente; me gustó mucho la versión cinematográfica de Polanski, intentando reflejar un poco esa estética.
También creo que la estética de las novelas de Verne y los diseños de Leonardo da Vinci han estado en nuestras mentes a la hora de realizar este trabajo.
A lo largo de la lectura, creemos encontrar referencias literarias de Carlo Collodi (Pinocho), de Gustav Meyrink (El Golem), pero sobre todo de Charles Dickens (concretamente su Oliver Twist): el melodrama, la picaresca, la explotación laboral infantil, o el villano que se aprovecha -o casi se podría decir, se alimenta- de la inocencia del niño; pero todo ello visto bajo el prisma de un escritor más actual como China Miéville (La estación de la calle Perdido). ¿Hemos acertado en alguno? ¿Qué otras influencias o fuentes os han servido de inspiración?
Fideu: Tienes buen ojo. La verdad es que algunos de los autores que nombras me encantan y he leído casi todas las obras que mencionas, excepto "La estación de la calle Perdido", la cual tendré que leer muy pronto, porque mucha gente me ha recomendado ese libro (seguramente después de terminar “Sociedad Tepes” de Iván Mourín que me tiene enganchado…).
Creo que cuando los escritores son tan grandes como esos que mencionas, o cuando han escrito obras tan inmortales como Pinocho, siempre están en la memoria del que trata de hacer algo nuevo. Así, muchas de las cosas que escribes, si las ambientas en épocas parecidas o si utilizas situaciones que se parecen, terminan por hacer referencia a estas obras o a estos autores. Cualquier niño maltratado en una época decimonónica, te recordará a Oliver Twist… Es como cuando se escucha la música de Carros de Fuego y todo el mundo piensa en Olimpiadas… En realidad a estas alturas, me conformo con recrear universos con coherencia, tomando cosas de aquí y de allá, que resulten atractivas para el lector y que me diviertan a mí.
Javi Martínez: Efectivamente has acertado en unos cuantos: Oliver Twist ha sido un buen referente; me gustó mucho la versión cinematográfica de Polanski, intentando reflejar un poco esa estética.
También creo que la estética de las novelas de Verne y los diseños de Leonardo da Vinci han estado en nuestras mentes a la hora de realizar este trabajo.
Bocetos definitivos de vehículos y artilugios varios
Aunque no lo tuve como referente, sí es verdad que la escena del relojero-juguetero y la muñeca recuerda a Pinocho, lo cual me agrada porque siempre me gustó ese cuento y algunas de sus versiones en cine.
Me apunto lo de Meyrink y Miéville, pues tengo curiosidad.
También creo que de mi parte “mangaka-anime”, que cultivé en su día, hay influencias de Miyazaki (El castillo ambulante) y Otomo (Steamboy).
Por último y la más importante para mi en la cuestión estética del estilo, ambientación y color, pues así la concebí desde el primer día, es el cine fantástico francés, más en concreto el de Jean Pierre Jeunet, Marc Caro y Pitof entre otros (La ciudad de los niños perdidos, Delicatessen, Amélie, Vidocq, etc). Siempre me han fascinado sus películas, las cuales recomiendo desde aquí, y siempre que las veo me recuerdan tanto a una estética de cómic, que quería hacer algo en esa línea y así se lo planteé desde el primer momento a Fideu y Ciro, con quien estudiamos la estética, fotografía y gama de colores utilizados.
Ciro: en cuanto a mi aportación gráfica de arte final, he procurado que la narrativa del color y sobre todo de la iluminación captara el ambiente de luz y sombras al estilo blade runner.
El álbum está dividido en dos partes, en la primera narra un hecho determinante de la infancia de Micifú y que sirve de presentación del marco fantástico en el que vamos a movernos, y en la segunda el niño Totí se encuentra con un Micifú ya adulto y con el personaje que da título a la serie: el Duque Dementira. Entre ambas partes han pasado varios años, una revolución y una guerra. La tecnología ha vencido a la magia, y ahora estamos en un período “jacobino”, en el que el cadalso recibe a los condenados por hechicería. Este transfondo “histórico” le da una mayor solidez argumental, pero se nos cuenta sólo unos pocos datos ¿se irán conociendo más detalles en el futuro?
Fideu: Por supuesto… En realidad, dado que en la editorial sólo nos concedieron 48 páginas de historia, me planteé dos opciones: intentar contar mucho “de correprisas” tratando de que la historia avanzase a trompicones, o tomarme mi tiempo, quizás contar menos, pero dar a cada escena su extensión. Me decidí por esta segunda opción aún a sabiendas de que algunos lectores se quedarían con la sensación de haberse quedado a medio. A mucha gente le molestan los finales abiertos. Corrimos ese riesgo, y creo que acertamos. De esta manera, aspectos como el trasfondo o el origen e intenciones de los personajes secundarios quedan más desdibujados, pero la historia avanza a buen ritmo. Así, además, introducimos algo de intriga en la narración y dejamos al lector con ganas de más… Muchos de los aspectos que apenas se entrevén en este primer número quedarán mejor explicados en el siguiente… Por ejemplo uno esencial: por qué Burdalack y sus secuaces tienen tanto interés en robar el reloj que sirve de corazón al Duque…
Me apunto lo de Meyrink y Miéville, pues tengo curiosidad.
También creo que de mi parte “mangaka-anime”, que cultivé en su día, hay influencias de Miyazaki (El castillo ambulante) y Otomo (Steamboy).
Por último y la más importante para mi en la cuestión estética del estilo, ambientación y color, pues así la concebí desde el primer día, es el cine fantástico francés, más en concreto el de Jean Pierre Jeunet, Marc Caro y Pitof entre otros (La ciudad de los niños perdidos, Delicatessen, Amélie, Vidocq, etc). Siempre me han fascinado sus películas, las cuales recomiendo desde aquí, y siempre que las veo me recuerdan tanto a una estética de cómic, que quería hacer algo en esa línea y así se lo planteé desde el primer momento a Fideu y Ciro, con quien estudiamos la estética, fotografía y gama de colores utilizados.
Ciro: en cuanto a mi aportación gráfica de arte final, he procurado que la narrativa del color y sobre todo de la iluminación captara el ambiente de luz y sombras al estilo blade runner.
El álbum está dividido en dos partes, en la primera narra un hecho determinante de la infancia de Micifú y que sirve de presentación del marco fantástico en el que vamos a movernos, y en la segunda el niño Totí se encuentra con un Micifú ya adulto y con el personaje que da título a la serie: el Duque Dementira. Entre ambas partes han pasado varios años, una revolución y una guerra. La tecnología ha vencido a la magia, y ahora estamos en un período “jacobino”, en el que el cadalso recibe a los condenados por hechicería. Este transfondo “histórico” le da una mayor solidez argumental, pero se nos cuenta sólo unos pocos datos ¿se irán conociendo más detalles en el futuro?
Fideu: Por supuesto… En realidad, dado que en la editorial sólo nos concedieron 48 páginas de historia, me planteé dos opciones: intentar contar mucho “de correprisas” tratando de que la historia avanzase a trompicones, o tomarme mi tiempo, quizás contar menos, pero dar a cada escena su extensión. Me decidí por esta segunda opción aún a sabiendas de que algunos lectores se quedarían con la sensación de haberse quedado a medio. A mucha gente le molestan los finales abiertos. Corrimos ese riesgo, y creo que acertamos. De esta manera, aspectos como el trasfondo o el origen e intenciones de los personajes secundarios quedan más desdibujados, pero la historia avanza a buen ritmo. Así, además, introducimos algo de intriga en la narración y dejamos al lector con ganas de más… Muchos de los aspectos que apenas se entrevén en este primer número quedarán mejor explicados en el siguiente… Por ejemplo uno esencial: por qué Burdalack y sus secuaces tienen tanto interés en robar el reloj que sirve de corazón al Duque…
Bocetos de escenas: ejecución y llegada con Mecanólogo
Javi Martínez: No lo dudes, ahora mismo se conoce un poquito de ese universo. Pero todo el trasfondo histórico y trama completa está en la “cabecita” de Fideu y es bastante rico, la verdad. Tengo muchas ganas de conocer un poco más y plasmarlo en el papel. Si todo se desarrolla, los lectores se llevarán muchas sorpresas.
El Duque no aparece hasta pasadas unas treinta páginas, el protagonismo lo comparten Micifú y Totí, ¿estamos ante un relato más bien coral?
Fideu: Sí, me gustan los relatos corales, dar casi tanta importancia a los secundarios (ellos opinan que no lo son, me lo dicen por las noches), como a los protagonistas. Ya ensayé esta forma de contar en la serie de relatos que me publicó “Zonanegativa”, “Los archivos del Capitán Meteoro”, en la cual tienen tanta importancia los compañeros del Capitán o los villanos como él mismo.
El Duque no aparece hasta pasadas unas treinta páginas, el protagonismo lo comparten Micifú y Totí, ¿estamos ante un relato más bien coral?
Fideu: Sí, me gustan los relatos corales, dar casi tanta importancia a los secundarios (ellos opinan que no lo son, me lo dicen por las noches), como a los protagonistas. Ya ensayé esta forma de contar en la serie de relatos que me publicó “Zonanegativa”, “Los archivos del Capitán Meteoro”, en la cual tienen tanta importancia los compañeros del Capitán o los villanos como él mismo.
Boceto previo del Duque + ficha definitiva del Duque
Javi Martínez: Efectivamente la segunda parte del cómic es más coral; es como una presentación de personajes y de lo que serán el principio de sus futuras aventuras. No podemos olvidar que aunque el nombre de la serie haga referencia al Duque Dementira, el primer tomo está centrado en Micifú.
Hecho lo más difícil, ¿podría dar pie a subsagas?
Fideu: Todo podría ser… Medio en broma medio en serio, Javi y yo hemos hablado alguna vez de contar la juventud de Micifú, pero viendo el mercado y el país en general, me conformo con acabar esta serie…
Javi Martínez: Bueno, es un poco pronto quizás para plantearlo, aunque sí te voy a confesar que me gustaría mucho dibujar en el futuro un tomo “independiente” para contar el periodo de la vida de Micifú desde que acaba el prólogo hasta que lo conocemos ya adulto (justo después del prólogo).
Ciro: Si todo llega a buen puerto en la difícil situación actual para el cómic que tenemos ahora mismo, yo veo este mundo plagado de máquinas "vernianas" y atmósferas intensas muchas posibilidades de desarrollo.
Hecho lo más difícil, ¿podría dar pie a subsagas?
Fideu: Todo podría ser… Medio en broma medio en serio, Javi y yo hemos hablado alguna vez de contar la juventud de Micifú, pero viendo el mercado y el país en general, me conformo con acabar esta serie…
Javi Martínez: Bueno, es un poco pronto quizás para plantearlo, aunque sí te voy a confesar que me gustaría mucho dibujar en el futuro un tomo “independiente” para contar el periodo de la vida de Micifú desde que acaba el prólogo hasta que lo conocemos ya adulto (justo después del prólogo).
Ciro: Si todo llega a buen puerto en la difícil situación actual para el cómic que tenemos ahora mismo, yo veo este mundo plagado de máquinas "vernianas" y atmósferas intensas muchas posibilidades de desarrollo.
Bocetos del Castillo Flotante del Gran Mecanólogo Imperial
El estilo de dibujo de Javi -muy simpático y de aire infantil- choca con varias escenas que son bastante duras. ¿Buscabais de forma premeditada este contraste? ¿A qué tipo de lector os queríais dirigir?
Fideu: Yo cuando escribo trato de hacer historias que se puedan leer a varios niveles… Creo que es un buen contraste el contar una historia como si fuera un cuento de hadas, con un estilo de dibujo tan “mágico”, pero introduciendo a la vez elementos de otro tipo de historias, más fuertes, más violentos. En ese sentido siempre me gustó tomar un género y retorcerlo… Javi es capaz de dibujar imágenes muy bucólicas, pero tiene también la capacidad de dar una gran dosis de dramatismo o de cinismo a ciertos personajes y escenas…
Habré cumplido mi objetivo si un padre es capaz de contar esta historia a su hijo y si es capaz de disfrutarla él a su vez. Soy de la opinión de que un exceso de violencia es malo para un crío (soy maestro), pero el mantener a los más jóvenes en burbujas ficticias en las que todo es políticamente correcto y la violencia apenas existe, es también malo. Creo que hay que usar elementos dramáticos como la muerte para dar más fuerza a las narraciones, sin excesos, pero sin eliminarlos por completo. En este sentido, algunas películas de Pixar (como la genial “Up”), han dado en el clavo: tratando a los niños como los seres inteligentes que son, han llegado también a los padres…
Fideu: Yo cuando escribo trato de hacer historias que se puedan leer a varios niveles… Creo que es un buen contraste el contar una historia como si fuera un cuento de hadas, con un estilo de dibujo tan “mágico”, pero introduciendo a la vez elementos de otro tipo de historias, más fuertes, más violentos. En ese sentido siempre me gustó tomar un género y retorcerlo… Javi es capaz de dibujar imágenes muy bucólicas, pero tiene también la capacidad de dar una gran dosis de dramatismo o de cinismo a ciertos personajes y escenas…
Habré cumplido mi objetivo si un padre es capaz de contar esta historia a su hijo y si es capaz de disfrutarla él a su vez. Soy de la opinión de que un exceso de violencia es malo para un crío (soy maestro), pero el mantener a los más jóvenes en burbujas ficticias en las que todo es políticamente correcto y la violencia apenas existe, es también malo. Creo que hay que usar elementos dramáticos como la muerte para dar más fuerza a las narraciones, sin excesos, pero sin eliminarlos por completo. En este sentido, algunas películas de Pixar (como la genial “Up”), han dado en el clavo: tratando a los niños como los seres inteligentes que son, han llegado también a los padres…
Boceto definitivo de personaje: robot juguete
Javi Martínez: Es verdad que mi estilo es muy cartoon, pero a la vez he intentado ser muy sarcástico con los personajes malvados y en las situaciones “más oscuras” de las historia; creo que contrastan bien y pueden ser bastante inesperadas incluso.
En principio, creo que nos dirigimos a un amplio público tanto juvenil como adulto.
En principio, creo que nos dirigimos a un amplio público tanto juvenil como adulto.
Boceto definitivo de personajes: Mini
Ciro: Javi tiene un estilo elástico y una calidad de movimiento fantástica, la mezcla de animación y realismo justa que consigue según entiendo un estilo propio muy adecuado para esta historia, estilo cartoon con un poco de mala leche da un toque sarcástico que Javi ha captado a la perfección, estoy seguro que cada nueva página que haga será mejor, no os lo comáis de vista, mirad que pedazo de primer álbum se ha marcado.
La línea que separa el bien del mal está muy claramente marcada, ¿quizás demasiado? No encontramos personajes ambiguos. ¿Éste es un requisito indispensable por tratarse de un cuento o por seguir las reglas de la novela decimonónica?
Fideu: En realidad, si conocieras la historia de todos estos personajes te darías cuenta de que no todo está tan claro. Sólo conocemos en profundidad un pasado, el de Micifú, pero todos, desde el Mecanólogo a los perros de Totí, tienen el suyo propio y cada pasado esconde motivaciones diferentes… Ya hablaremos cuando la historia se desarrolle un poco más, a ver si sigues opinando lo mismo…
La línea que separa el bien del mal está muy claramente marcada, ¿quizás demasiado? No encontramos personajes ambiguos. ¿Éste es un requisito indispensable por tratarse de un cuento o por seguir las reglas de la novela decimonónica?
Fideu: En realidad, si conocieras la historia de todos estos personajes te darías cuenta de que no todo está tan claro. Sólo conocemos en profundidad un pasado, el de Micifú, pero todos, desde el Mecanólogo a los perros de Totí, tienen el suyo propio y cada pasado esconde motivaciones diferentes… Ya hablaremos cuando la historia se desarrolle un poco más, a ver si sigues opinando lo mismo…
Bocetos previos de personajes: Micifú de pequeño + el vampiro Vlad Burdalack
Javi Martínez: Fideu te contestará mejor que yo a esta pregunta. Creo que como bien dices, la dualidad está muy marcada en este primer álbum al tener una parte más de cuento (prólogo) y al presentar los principales personajes en el resto del tomo. Quizás en próximos capítulos descubriremos más matices de la personalidad, historia y características de los personajes.
Ficha definitiva de Vlad Burdalack
Ciro: Las ideas de Pepe son muy claras respecto a esto, la madeja se teje poco a poco y la historia está pensada en una trilogía, la cosa se complica... esperad al segundo álbum.
Javi, tu dibujo parece venir del campo de la animación, ¿puedes contarnos un poco de tus inicios y de cómo has llegado a alcanzar este nivel, siendo éste tu primer trabajo profesional en el mundo del cómic?
Javi Martínez: No eres el primero que me lo dice, lo cual me halaga mucho pues respeto mucho ese campo y me parecen grandísimos artistas los dibujantes que trabajan en la animación tanto 2D como 3D, aunque no he tenido el placer de trabajar en el sector. Te contaré una pequeña anécdota: En este salón del cómic 2010 conocí a Barbucci, un gran tipo y genial artista a mi parecer, y en plan de coña me preguntó: - Oye, ¿tú vienes de la animación? Yo le contesté: - No, a lo que él añade: - Yo tampoco. A continuación reimos bastante pues entendí perfectamente que por su estilo se lo habrían preguntado hasta la saciedad. Es más, te diré que un día caí en la cuenta de que muchos de los dibujantes de cómic a los que más admiro: Cyril Pedrosa (Ring Circus, Tres Sombras), Juanjo Guarnido (Blacksad), Enrique Fernández (La isla sin sonrisa) entre muchos otros venían, o habían trabajado en la animación 2D y en Disney.
Ficha definitiva de Totí
Sobre mi trayectoria como dibujante, es verdad que es mi primer trabajo, para el cual he intentado dar el 200%. Para mi desde muy pequeño ha sido un hobbie que me hacía/hace muy feliz y que me permitió trabajar en pequeños proyectos y ganar premios en certámenes y concursos a nivel local, regional, etc (entre ellos el de Jovenes Artistas de Castilla-La Mancha y el de Mutantes Paseantes de San Roque). Mi estilo ha evolucionado mucho durante los últimos años: he pasado por el realismo, manga, etc. hasta llegar al actual que es más cartoon/animación, aunque creo que en el estilo se reflejan inconscientemente muchas cosas, influencias y estilos que tenemos ahí desde que uno empieza a coger un lápiz.
Fideu: Conocí a Javi cuando tenía catorce o quince años, más o menos… Ya dibujaba páginas de Dragon Ball mejor que Akira Toriyama…
Ciro, por regla general los dibujantes españoles no suelen colaborar con coloristas, es más una forma de trabajo más europea y sobre todo de los USA. ¿Hasta dónde llega tu libertad a la hora de aplicar el color?, o a la inversa, ¿orientas de alguna manera -fuentes de luz, etc- la labor de Javi?
Ciro: En principio te diré que yo soy ilustrador y pintor desde hace 25 años realizando cómics, libros, cuentos, animación, escenografía teatral, etc., a parte, como mis compañeros, soy profesor en mi ciudad en la Universidad Popular a cargo de un área de Ilustración, mis primeros pasitos los di con el Toutain.
No me considero colorista y mucho menos al estilo de lo que marca el canon americano y demás, se confunde mucho lo de poner colorines con crear atmósferas y es muy poco respetado el papel del colorista en la industria, de hecho son muy pocos los casos en los que colaboro con otros artistas tiene que ser un proyecto muy especial, como es este caso. Pero sí que es verdad que mi color destaca dentro de mi técnica es de hecho lo mejor, siempre ha sido así, utilizo el color como lenguaje narrativo y me da igual la técnica que sea, para mí es natural.
La libertad para desarrollar el estilo gráfico ha sido total pero teniendo en cuenta siempre a mis dos compañeros de viaje. Tal y como yo lo veo y como nos lo hemos planteado los tres somos los responsables del resultado, pero con un matiz, Pepe y Javi son los creadores de este mundo fantástico y yo soy artista de esta obra, igual que la fuerza de los diálogos es fundamental en la historia, los giros y sorpresas, los diseños de Javi o la elegancia de su trazo definen el universo del Duque, mis sombras o mis colores, hacen que lo que veis quede así de bonito.
Fideu: Conocí a Javi cuando tenía catorce o quince años, más o menos… Ya dibujaba páginas de Dragon Ball mejor que Akira Toriyama…
Ciro, por regla general los dibujantes españoles no suelen colaborar con coloristas, es más una forma de trabajo más europea y sobre todo de los USA. ¿Hasta dónde llega tu libertad a la hora de aplicar el color?, o a la inversa, ¿orientas de alguna manera -fuentes de luz, etc- la labor de Javi?
Ciro: En principio te diré que yo soy ilustrador y pintor desde hace 25 años realizando cómics, libros, cuentos, animación, escenografía teatral, etc., a parte, como mis compañeros, soy profesor en mi ciudad en la Universidad Popular a cargo de un área de Ilustración, mis primeros pasitos los di con el Toutain.
No me considero colorista y mucho menos al estilo de lo que marca el canon americano y demás, se confunde mucho lo de poner colorines con crear atmósferas y es muy poco respetado el papel del colorista en la industria, de hecho son muy pocos los casos en los que colaboro con otros artistas tiene que ser un proyecto muy especial, como es este caso. Pero sí que es verdad que mi color destaca dentro de mi técnica es de hecho lo mejor, siempre ha sido así, utilizo el color como lenguaje narrativo y me da igual la técnica que sea, para mí es natural.
La libertad para desarrollar el estilo gráfico ha sido total pero teniendo en cuenta siempre a mis dos compañeros de viaje. Tal y como yo lo veo y como nos lo hemos planteado los tres somos los responsables del resultado, pero con un matiz, Pepe y Javi son los creadores de este mundo fantástico y yo soy artista de esta obra, igual que la fuerza de los diálogos es fundamental en la historia, los giros y sorpresas, los diseños de Javi o la elegancia de su trazo definen el universo del Duque, mis sombras o mis colores, hacen que lo que veis quede así de bonito.
Proceso creativo (tercera viñeta pág. 28): Boceto, estudio de iluminación, lápiz limpio, acabado final y acabado final con textos
No he tenido nada que dirigir, compartimos el trabajo, revisamos posibles fallos, cambios, en equipo con Javi y Pepe teniendo su opinión y gustos en cuenta en todo momento y cambiando si era necesario enfoques colores o lo que fuera, porque yo soy de los que pienso que no hay una solución para las cosas sino muchas, tantas como personas y en este proyecto somos tres, por supuesto Javi ha aplicado el mismo rasero, si hemos sugerido una viñeta, o un enfoque o una secuencia lo ha probado y si el resultado era bueno se ha aceptado.
Pero lo que estáis viendo ahí, el resultado final, es Javi pero también soy Yo, mi forma de narrar con los colores, mis luces, mis atmósferas, cuando fuerzo las sombras buscando matices de dramatismo o cambio cualquier cosa es con el consentimiento de Javi porque nos fiamos de nuestro trabajo, los tres queríamos una obra personal que se alejara del trabajo rápido para hacer un cómic que nos dejara satisfechos a todos.
Javi Martínez: Aunque Ciro te contestará mejor a esta pregunta, quiero puntualizar que el trabajo de Ciro ha sido impecable; le planteé desde el principio la estética y gama de colores que quería seguir y que he comentado antes. A él le pareció bien y ha trabajado mucho también el estudio de iluminaciones/sombras a pesar de pasarle unos esquemas bocetados de la iluminación/sombreado de cada página. Creo que ha estado muy a gusto con el equipo, con sus aportaciones que han enriquecido el acabado y con nuestras puntuales sugerencias.
En las dedicatorias en el Saló utilizabas acuarelas, ¿qué “armas” has empleado en el cómic?
Ciro: Amo las acuarelas, muchos de mis trabajos tienen como base las acuarelas, las técnicas mixtas de trazo y agua me encantan, y son muy útiles cuando diseño personajes o escenarios, ya como pintor utilizo más los acrílicos pero me encanta mezclar y espero que en el cómic todavía quepan trabajos donde la acuarela es la protagonista, por lo que me toca, ya que preparo algunos proyectos con esta técnica, aunque tengo que decir que me encanta la pintura digital y las posibilidades que suponen, pero si quieres ser bueno primero tienes que ser bueno fuera, tienes que saber de luz, encaje, dibujo, perspectiva, encuadre, narrativa...etc.
Javi Martínez: Aunque Ciro te contestará mejor a esta pregunta, quiero puntualizar que el trabajo de Ciro ha sido impecable; le planteé desde el principio la estética y gama de colores que quería seguir y que he comentado antes. A él le pareció bien y ha trabajado mucho también el estudio de iluminaciones/sombras a pesar de pasarle unos esquemas bocetados de la iluminación/sombreado de cada página. Creo que ha estado muy a gusto con el equipo, con sus aportaciones que han enriquecido el acabado y con nuestras puntuales sugerencias.
En las dedicatorias en el Saló utilizabas acuarelas, ¿qué “armas” has empleado en el cómic?
Ciro: Amo las acuarelas, muchos de mis trabajos tienen como base las acuarelas, las técnicas mixtas de trazo y agua me encantan, y son muy útiles cuando diseño personajes o escenarios, ya como pintor utilizo más los acrílicos pero me encanta mezclar y espero que en el cómic todavía quepan trabajos donde la acuarela es la protagonista, por lo que me toca, ya que preparo algunos proyectos con esta técnica, aunque tengo que decir que me encanta la pintura digital y las posibilidades que suponen, pero si quieres ser bueno primero tienes que ser bueno fuera, tienes que saber de luz, encaje, dibujo, perspectiva, encuadre, narrativa...etc.
Dedicatoria realizada durante la celebración del 28è Saló del Còmic de Barcelona
Considero mi trabajo como arte final, la técnica utilizada en este cómic es digital, trabajando sin tinta, directamente sobre el lápiz las masas de luz y sombra el equilibrio de la viñeta, la textura, todo viene aplicado en la fase final.
Para esta historia he desarrollado un estilo y técnica concreta, que marque la obra, una técnica que mezclase un color muy cercano a la animación pero que también de la sensación de que está realizado a mano, pintando literalmente y mezclando los colores de forma real, utilizando una atmósfera de luz y sombras con influencias del Blade runner de Riddley Scott, de películas de Jean-Pierre Jeunet, Marc Caro (Delicatessem, La ciudad de los niños perdidos, etc.) gustos que compartimos los tres.
Para esta historia he desarrollado un estilo y técnica concreta, que marque la obra, una técnica que mezclase un color muy cercano a la animación pero que también de la sensación de que está realizado a mano, pintando literalmente y mezclando los colores de forma real, utilizando una atmósfera de luz y sombras con influencias del Blade runner de Riddley Scott, de películas de Jean-Pierre Jeunet, Marc Caro (Delicatessem, La ciudad de los niños perdidos, etc.) gustos que compartimos los tres.
Tres primeras viñetas pág. 6
He utilizado el lenguaje del color para transmitir los estados de ánimo según la escena, ya que en esta primera historia hay tantos cambios de tiempo, noche y día, escenas casi oníricas, en tan pocas páginas, que me resultaba bastante complicado por no decir duro tratar el ambiente pero la historia lo requería, el segundo álbum seguirá respetará totalmente el espíritu del primero pero con una mayor unidad de color gracias al desarrollo de la historia de Pepe Fideu. He utilizado como nexo de unión para este cómic un color verde luminoso para mostrar "la magia, el icor y todo lo que tiene que ver con lo mágico" de esta forma se convierte en otro símbolo del lenguaje gráfico utilizado en el Duque, también en las iluminaciones he jugado con luces reflejadas dentro de las sombras para crear todavía más luz dentro de la luz y jugar con colores complementarios para resaltar el volumen en las figuras principales.
Prueba portada (tipo de fuente: Zothique)
La ciudad, es otro capítulo aparte, imaginaba la luz viniendo de abajo, subiendo de la tierra creando así una gran cantidad de efectos y sombras proyectadas, hay viñetas que ha dibujado Javi (te odio) que me han costado colorear ellas solas más que páginas completas, cuando terminé de colorear la primera viñeta de la segunda parte del cómic con Micifú ya mayor encima de los tejados de nieve, contemplando un amanecer de casitas de chocolate, sabía que el resultado final había merecido la pena.
Fideu, como en todo buen cuento, la figura del narrador es casi un personaje más, no lo vemos pero lo escuchamos –en este caso leemos-, alguien que conoce toda la historia pero que la va contando a su ritmo, marcando el paso de los acontecimientos. ¿Es por dar un mayor peso literario a la historia?
Fideu: Siempre me ha gustado introducir narradores en la historias. Hacen que el argumento avance aportando más información aparte de la visual. Hitchcock opinaba que en una película (traslademos su idea al cómic), lo que no se veía con imágenes no existía, pero yo creo que en ciertas historias, la presencia de un narrador es muy positiva. El narrador cuenta la historia desde un punto de vista más subjetivo, más cercano a los sentimientos. Cuando leemos una historia sin narrador asistimos a la presencia de hechos, cuando leemos una con narrador vemos opiniones, que son siempre más humanas… Además, pensaba que el narrador, en una historia que es una especie de cuento de hadas moderno, sería muy adecuado. Como digo en el cómic, no podía empezar a contar las aventuras del Duque y sus amigos sin un “érase una vez…”
"Núbilus" tuvo una versión en novela, pero en origen ¿qué fue antes, el libro o el cómic?, y en este sentido algo se barrunta leyendo vuestra página web (http://duquedementira.blogspot.com/), te ves algún día como Víctor Mora o Neil Gaiman, a los que el éxito en el cómic -más o menos- abrió las puertas a la literatura?
Fideu: Mi verdadera vocación es la de contar historias. Escribo guiones de cómic porque amo este medio y porque la de dibujante de cómic es mi vocación frustrada, pero en realidad lo que yo quiero es hacerme oír… En el caso de “Núbilus”, todo surgió de una idea que yo ya tenía muy madurada, la novela casi escrita y guardada en un cajón. Por aquel entonces yo no pensaba que llegaría a publicar con la asiduidad con la que lo estoy haciendo, me parecía una quimera, algo tan lejano que casi ni lo contemplaba. Por eso, cuando Vicente Cifuentes me pidió un guión para una historia negra de cómic no dudé en convertir esa historia mía en un guión para él. La recorté hasta el extremo y poco después se publicó con bastante éxito… eso me llevó a terminar la novela y a creer en mí hasta el punto de presentarla a una editorial… Poco después del cómic se publicó también la versión en novela y gracias a eso fui invitado a participar en la Semana Negra… Varios sueños cumplidos gracias a Núbilus.
Con el Duque Dementira ocurre algo parecido. Tengo escritos varios capítulos de la novela, pero por ahora no la he continuado. Creo que en el caso del Duque será antes el cómic que el libro, pero ya veremos qué pasa…
Bocetos previos de escenarios: ciudad
En cuanto a lo del Neil Gaiman español… La verdad, me ruborizo. Gaiman me parece un genio. Como sueño loco no está mal, soñar es gratis y no hace daño a nadie. Ahora mismo estoy escribiendo mi tercera novela y espero verla publicada algún día. La novela, ya lo he dicho en algunos sitios, te da la posibilidad de contar una historia sin las restricciones de un cómic (sobre todo de páginas) y te hace, a la vez, más responsable del trabajo… Últimamente estoy volcando todas mis energías en ella, y creo que no publicaré cómics si no es con gente con la que me sienta muy bien trabajando (como con Javi, Ciro o Vicente Cifuentes). Como digo, lo que me interesa es narrar, y el medio me da un poco igual. Amo los libros y los tebeos… Lo que sí podéis tener claro es que, mientras la editorial quiera y mis compañeros me soporten, habrá Duque…
Javi Martínez: Fideu, perdona que responda pero no puedo resistirlo, es un gran escritor, y además un gran artista como dibujante, aunque no lo cuente. No descartamos una novela sobre el Duque, pues ya tiene un capítulo escrito.
Javi Martínez: Fideu, perdona que responda pero no puedo resistirlo, es un gran escritor, y además un gran artista como dibujante, aunque no lo cuente. No descartamos una novela sobre el Duque, pues ya tiene un capítulo escrito.
Las sagas de tres o más tomos son las que más agradecemos los aficionados: a más páginas, historias más complejas y mejor estructuradas, mayor desarrollo de los personajes. Ésta parece la filosofía empleada en vuestro proyecto. En este primer volumen contemplamos la reunión de los héroes y la presentación de los villanos, pero estamos sólo ante el principio de una historia más larga, ¿cuántos álbumes tenéis previsto que abarque? ¿No es una forma de trabajo más propia del cómic franco-belga? ¿No resulta un poco arriesgado para nuestro endeble mercado nacional?
Fideu: Como te he dicho, en esta ocasión he preferido contar la historia sin prisas, así que durará lo que la propia historia requiera, aunque yo calculo, que si la editorial nos respalda, con otros tres álbumes este arco argumental puede quedar concluido…
En cuanto a lo que comentas de cómic franco-belga; sí, es cierto, es una forma de trabajar muy propia de allí. No te engaño: nos gustaría publicar la obra en Francia, sobre todo porque eso aseguraría su continuidad, pero el hecho de haberla estructurado así se debe a que, como te he contado, nos dieron sólo cuarenta y ocho páginas (querían un tomo autoconclusivo, pero logré que no lo fuera….), y no me apetecía contar la historia con prisas. Por eso preferí cortarla a mi ritmo.
Bocetos previos de artilugios
Javi Martínez: La idea surgió como una trilogía, pero es posible que si todo va bien se amplíe.
Lo planteamos como un cómic de corte europeo, que es el tipo de cómic que más me gusta, por lo que se adapta más a esa forma de trabajo y es la que queremos seguir.
Sabemos que es arriesgado y más ahora que creo que se llevan mucho los tomos únicos y autoconclusivos de muchas páginas; pensamos que el universo del Duque Dementira es tan rico y prolífico que debería contarse con el ritmo adecuado; es una de las cosas con las que quizás más haya disfrutado Fideu, contarlo bien y sin prisas.
Ciro: Si es una forma de trabajo de mercado europeo y ese será nuestro objetivo, más tarde o más temprano intentar su salida al extranjero.
¿Va a tener “Dementira” una proyección intenacional?
Javi Martínez: Está pendiente su posible publicación por parte de Planeta DeAgostini en Italia; es cierto que tanto la editorial como nosotros estamos interesados en moverlo por el mercado franco-belga; pensamos que por el tipo de historia y el estilo podría gustar allí.
Ciro: Fichar por Planeta en principio tenía el objetivo de España, Francia e Italia, pero nos pilló la crisis y sobrevivir no será poco espero que los lectores demanden más, y damos tiempo al tiempo, si algo he aprendido que si te mueves se pueden conseguir muchas cosas pero si te dejas que te lo hagan todo igual se muere en el camino, creo que nosotros somos de los que no vamos a parar.
¿Se puede saber en qué estado tenéis el siguiente tomo? ¿Alguna fecha aproximada para tenerlo en librerías?
Fideu: Yo ya tengo todo el arco argumental definido y escrito la mitad del segundo tomo. Javi y Ciro están empezando con bocetos y diseños…
Javi Martínez: A día de hoy aún no sabemos nada; todo depende también de cómo vayan las ventas del primer tomo. Si te contaré que estamos trabajando en los diseños y bocetos de lo que sería el segundo tomo. Esperamos poder darte pronto buenas noticias.
Lo planteamos como un cómic de corte europeo, que es el tipo de cómic que más me gusta, por lo que se adapta más a esa forma de trabajo y es la que queremos seguir.
Sabemos que es arriesgado y más ahora que creo que se llevan mucho los tomos únicos y autoconclusivos de muchas páginas; pensamos que el universo del Duque Dementira es tan rico y prolífico que debería contarse con el ritmo adecuado; es una de las cosas con las que quizás más haya disfrutado Fideu, contarlo bien y sin prisas.
Ciro: Si es una forma de trabajo de mercado europeo y ese será nuestro objetivo, más tarde o más temprano intentar su salida al extranjero.
¿Va a tener “Dementira” una proyección intenacional?
Javi Martínez: Está pendiente su posible publicación por parte de Planeta DeAgostini en Italia; es cierto que tanto la editorial como nosotros estamos interesados en moverlo por el mercado franco-belga; pensamos que por el tipo de historia y el estilo podría gustar allí.
Ciro: Fichar por Planeta en principio tenía el objetivo de España, Francia e Italia, pero nos pilló la crisis y sobrevivir no será poco espero que los lectores demanden más, y damos tiempo al tiempo, si algo he aprendido que si te mueves se pueden conseguir muchas cosas pero si te dejas que te lo hagan todo igual se muere en el camino, creo que nosotros somos de los que no vamos a parar.
¿Se puede saber en qué estado tenéis el siguiente tomo? ¿Alguna fecha aproximada para tenerlo en librerías?
Fideu: Yo ya tengo todo el arco argumental definido y escrito la mitad del segundo tomo. Javi y Ciro están empezando con bocetos y diseños…
Javi Martínez: A día de hoy aún no sabemos nada; todo depende también de cómo vayan las ventas del primer tomo. Si te contaré que estamos trabajando en los diseños y bocetos de lo que sería el segundo tomo. Esperamos poder darte pronto buenas noticias.
Muchas gracias por vuestro tiempo.
De nada… Muchas gracias por la entrevista. Nos debemos a vosotros, sobre todo a la gente que con su cariño nos alienta a seguir.
De nada… Muchas gracias por la entrevista. Nos debemos a vosotros, sobre todo a la gente que con su cariño nos alienta a seguir.
RESEÑA
LAS INCREÍBLES AVENTURAS DEL DUQUE DEMENTIRA: MICIFÚ
Guión: José Antonio Fideu
Dibujo: Javi Martínez
56 páginas; 15,95 €.
En un mundo a caballo entre la modernidad posterior a la Revolución Francesa y la ambientación steampunk, la magia se bate en retirada. Si antes eran los magos quienes dominaban el destino de los mortales ahora es la fría razón quien los sojuzga. Y entre los vaivenes de este mundo incierto, este volumen nos conduce al pasado del bondadoso pícaro Micifú, a la pérdida de su ser más querido y la red que teje en torno suyo el taimado Mecanólogo Imperial. Pasados los años, junto a Micifú conoceremos a personajes como el mecánico Duque Dementira, el vampiro Burdalack y el ingenuo Totí, en un camino que les une para una gran aventura.
Fideu, veterano narrador con historias como Núbilus, Capitán Meteoro o Alma como muestra de su calidad, nos plantea un mundo a caballo entre la razón y la magia, a través de los ojos de sus múltiples protagonistas, algunos buenos y otros con intenciones aviesas, pero interesantes todos. Con un ritmo ágil y una historia bien estructurada, el guionista ha planteado un preludio muy atractivo. Javi Martínez al dibujo y Ciro con el color desarrollan un estilo cartoon, plástico y de líneas suaves, con una enorme paleta cromática. El resultado gráfico indica que estos artistas pueden tener una trayectoria a tener en cuenta.
Fideu, que ha demostrado su capacidad para el género superheroico, la fantasía sobrenatural y la narración, nos vuelve a deleitar con una historia elegante y sugerente. Con un aspecto gráfico que le acompaña, este volumen sólo tiene una pega. Se hace muy corto, invita a su continuación y nos deja con ganas de más. Y eso es buena señal.
Mario Ramos Vera